Vívete en libertad
Por Gladys Villalobos*
“Nuestra espiritualidad es la relación que tenemos con la unidad que abarca todo lo creado o con un ser supremo, según las diferentes maneras de abordarlo. Las mujeres hemos tenido papeles de segundo orden en las instituciones religiosas. No sabemos si esto ha ocurrido por la marginación en la que hemos vivido o porque nuestro espíritu se encuentra en otro tipo de búsquedas. ¿Quién podría saberlo mejor que nosotras mismas?”, texto del taller “Talladora de Palabras” de DEMAC.
Con el paso del tiempo mi vida espiritual ha madurado a la par conmigo. Lorenzo, primo por parte de mi familia materna, era un sacerdote Franciscano. Él vivía en Guadalajara. Eventualmente pasaba temporadas en la Iglesia de San Francisco en Mexicali, a un kilómetro de la casa de mis padres. Recuerdo sus estancias en casa, todos juntos, mis 3 hermanos, mis padres y él platicando sus aventuras, con una sonrisa franca, sentido del humor, sencillez e inteligencia. Un gozo su presencia.
Asistí de kínder a secundaria a una escuela de religiosas católicas ubicada a una cuadra de mi casa. Mis padres católicos. En mis 20´s sentía deseo y gozo al asistir a misa. A veces sentía el impulso de ir, pero mi inmadurez me frenaba. Me sentía extraña. No encontraba como vivir mi fe o si era diferente a la espiritualidad ¿Y si en realidad quiero ser monja? pensaba y mi confusión me asustaba.
En una visita de Lorenzo, lo compartí con él. Recuerdo perfecto ese día, estábamos mi mamá, él y yo comiendo sandía en un cálido agosto. Yo exponiendo mi sentir con toda la confianza que él me inspiraba.
“La fe es lo único que nos salva, que nada frene tu espiritualidad. Vívete en libertad”. Sus palabras las atesoro porque despejaron mis dudas de cómo vivir mi espiritualidad, no ocultar mi fe y, sobre todo, recordar que la libertad me pertenece.
En este mes se cumplen 3 años que Lorenzo falleció en La Paz, BCS, lugar donde radicó feliz sus últimos 10 años de vida. La última vez que lo vi en esta vida fue hace 9 años al despedirnos en el aeropuerto, días posteriores a la misa que oficio para mi madre por su muerte. Él estuvo con nosotros, acompañándonos, conteniéndonos, haciéndonos reír, a veces de comer y en las estancias diarias en el hospital. El y su sonrisa franca. Te recuerdo Lorenzo.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/
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