Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

¡Lo lograste!

Por Gladys Villalobos*

“Ni siquiera el mejor explorador del mundo hace viajes tan largos como aquel hombre que desciende a las profundidades de su corazón” Julien Green, escritor estadounidense

Alegría, compasión, disfrute mutuo y libertad. La semana pasada mencione los cuatro ejes del amor de acuerdo al budismo tibetano; de todo vínculo afectivo con todo ser humano, incluyendo la relación conmigo mismo.

En esta última me enfocaré hoy ¡Todo un reto! Tema infinito, tantos aspectos que abordar, que considerar en la forma en como nos relacionamos con nuestro propio ser, nuestro cuerpo, nuestra mente, la forma en como nos amamos ¿cómo se ama uno mismo? ¿nos lo enseñan? ¿cómo se aprende?

Me centraré en la forma en como nos hablamos como una forma de amarnos. La calidad y cantidad de nuestro diálogo interno. 

Trae a tu recuerdo ¿Cómo le hablas a esa persona que sientes amar? Tu esposa, esposo, hijo, nieta, tu madre, tu padre, amigo, ese cómplice que es parte de tu vida ¿cómo lo alientas en la desesperanza, cómo la acompañas en la tristeza, cómo celebras sus triunfos, cómo gozas su felicidad? 

El profesor Ethan Kross, científico de psicología emocional de la Universidad de Michigan, nos dice que el ser humano es más propenso al diálogo interno negativo ¿Recuerdas la vez anterior que dijiste ¡Que tonto soy!, ¡Que fea amanecí¡?. 

Ahora, cámbialo por tu nombre ¿Recuerdas la vez anterior que dijiste ¡Felicidades Juan por tu perseverancia!, ¡Gladys lo lograste! o ¡Qué bien te vez sonriendo!? Ahora tú, te invito a manifestarte esa frase que necesitas o que tanto has esperado escuchar de los demás y aún no sucede. 

Resultado de estudios, Kross, también concluyó que las personas que sostienen diálogos internos donde incluyen su nombre generan más compromiso con sus decisiones, más desarrollo positivo en diferentes áreas de su vida y una autoestima más consolidada ¿tu te das los buenos días al despertar?

Yo agregaría, el diálogo interno nos familiariza con nosotros mismos, con nuestros deseos, nuestra luz, nuestra oscuridad, a tomar responsabilidad de mis propios estados de ánimo en vez de rendirme a la tendencia de culpar a las circunstancias o a otras personas. 

El amor es un sentimiento activo, un territorio para explorar, un océano donde fluir, un camino que transitar, una obra de arte en la cual trabajar, un puerto seguro a donde llegar. Y tú ¿qué agregarías?

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ 

About Author