* Aumentos en los Insumos, Inflación y Falta de Créditos
Por Guadalupe Villalobos Guerrero
Un 2023 que se proyecta como un año que habrá escasez de alimentos en el mundo, con un incremento en los insumos como fertilizantes y diésel.
Los incrementos en el diésel, no solo hacen que se incrementen los precios de los fertilizantes por el aumento del transporte marítimo y terrestre, sino saca de la producción a varias hectáreas de la siembra.
La proyección que hacen los expertos para el año 2030, es que habrá una gran crisis alimentaria mundial.
Y en México, ¿que estamos haciendo para prepararnos ante esa eventualidad?
Pues la verdad no mucho, nuestro Gobierno Federal está aferrado en apoyar a los productores de autoconsumo y no a los productores comerciales, como se le llamó en este sexenio a quienes siembran para comercializar, que la mayoría están ubicados del centro del país al norte, zona donde se concentra el 75% de la producción de los granos en México.
El secretario de Desarrollo Rural ha declarado que ayudará a los pequeños productores con fertilizante, el sulfato de amonio, y que los grandes productores (agricultores comerciales) se le está apoyando con la eliminación del arancel en la importación de este producto. Ya se ha mencionado y, sobre todo, se le ha dicho al secretario que este fertilizante no contiene las cantidades de nitrógeno que el trigo y el maíz necesitan para que den el mejor rendimiento, pero la respuesta es muy sencilla “pues si no quieren utilizarlo ni modo, compren el caro”
De los 16 programas que existían en administraciones pasadas, solamente quedaron cuatro, que están enfocados a la agricultura de subsistencia, agricultura que se da en el sur del país.
En el Valle de Mexicali la situación ha ido de mal en peor, ya que los créditos están en las manos de los comercializadores, la Banca que en teoría debe de estar apoyando al productor, ya está quebrada ,me refiero a la financiera Nacional de Desarrollo, una banca ausente y con una falta de sensibilidad social, con funcionarios que se escudan en la amistad del Presidente para no dar la cara, pero eso sí, queriendo quedar bien con él, que en vez de buscar reestructurar los adeudos, deciden utilizar despachos legales leoninos para cobrar como sea la cartera vencida que tiene el organismo, sin importarle que el productor pierda su maquinaria o equipo, y en algunos casos su rancho o sus casas , como ya sucedió en Mexicali, sin la intervención de los funcionarios federales ni estatales.
Funcionarios que aparentan trabajar mucho, pero sus resultados no concuerdan con lo que pregonan, y lo que, si demuestran varios de ellos, es que no conocen los temas del campo.
2023 traerá un gran reto para los productores del Valle de Mexicali, en donde la falta de organización juega un papel importante, ya que esto permite que participen gente que no les importa el bien del Valle, sino solo confundir con sus opiniones, ya sea para buscar un liderazgo que después les dé un beneficio político, o como le hacen otros, solo para mostrarse como los sabiondos de la zona, pero ninguno de ellos aportan acciones y propuestas para que el campo salga de este gran hoyo que está inmerso, que si seguimos haciendo lo mismo, no solo obtendremos lo mismo, si no entraremos en una gran crisis que después será muy difícil salir de ella.
2023 será el año en que los productores deben de tomar el control de su destino, deben de entender que están solos, no hay Gobierno que los esté respaldando, las soluciones deben de salir de ellos, así como sus aplicaciones.
Confiado estoy que, si se puede, hoy se comercializa alfalfa, Sudán, algodón y trigo, y creo que organizándose el Productor puede lograr más, es solo que ellos sean los primeros en creer que si lo pueden hacer.
Ojalá que así sea, y que el año 2023 sea el inicio de muchas cosas buenas para el Valle de Mexicali.
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