Por Jeff Thompson, *
Por tercera semana consecutiva, los precios del algodón se desplomaron. Después de caer más de siete centavos la semana pasada, ha cedido la asombrosa cifra de 28 centavos para el mes. Ahora se encuentra a solo 270 puntos de su mínimo de 52 semanas de 82.54, un nivel de soporte clave. Es obvio que el algodón se está negociando con poca consideración a los fundamentos, sino que los factores macroeconómicos son la fuerza impulsora.
¿De qué otra manera se podría explicar el comercio casi límite hacia abajo con toda la cosecha del sureste en el camino de un huracán inminente? Por el contrario, ¿por qué no hubo una venta masiva considerable después del sombrío informe de ventas de exportación del jueves? Sería cierto al decir que así como va el mercado de renta variable así va el algodón.
Desde mediados de agosto, mientras el Dow Jones caía un 14 por ciento, el algodón disminuía un 28 por ciento. Durante el mismo período, el maíz ha ganado un 14,5 por ciento y la soja ha subido un uno por ciento. Sé que este viejo granjero está cansado de pasar más tiempo leyendo el Wall Street Journal que la revista Cotton Farming.
Considerado un producto económico, los precios del algodón se están tambaleando con una gran recesión mundial casi inevitable. Una confluencia de factores como nunca antes se había visto está catapultando a la economía mundial con este fin. Nunca los bancos centrales han subido tanto las tasas de interés al mismo tiempo. Estados Unidos fue uno de los 10 bancos que recientemente aumentaron las tasas por un total combinado de seis puntos porcentuales. Tal ajuste simultáneo de los suministros monetarios podría ser desastroso, ya que fue demasiado rápido.
Con el deterioro de las condiciones económicas, se está creando un efecto negativo en la riqueza. Frente a los precios más altos de los bienes y los precios más bajos de los activos, los consumidores se verán obligados a gastar menos. El S&P ha bajado actualmente un 23 por ciento, su peor comienzo en la historia, mientras que está en camino a su mayor caída desde 2008. Para empeorar las cosas, los bonos, generalmente considerados un refugio en tiempos de caída de los precios de las acciones, están teniendo su peor año desde 1949.
Por último, la extrema volatilidad de las monedas nacionales es motivo de gran preocupación. A medida que el dólar estadounidense se eleva a niveles récord, la libra inglesa está en un mínimo histórico. Incluso Japón, que no es conocido por manipular su moneda, hizo un movimiento para apuntalar el yen por primera vez desde 1998. Tales condiciones terribles son propensas a obstaculizar el crecimiento económico, preparando el escenario para una recesión mundial prolongada.
En busca de algo positivo, la cosecha del sureste se salvó cuando el huracán Ian con toda su ira se desvió hacia el este a través del centro de Florida y hasta la costa este. Nuestros pensamientos y oraciones están con aquellos que estaban en el camino de esta tormenta tan devastadora y dañina.
Afortunadamente, fue más un evento de lluvia que de viento para el algodón afectado. Aunque pueden ocurrir algunas pérdidas de calidad, las pérdidas de rendimiento deben ser mínimas. Con la cosecha en marcha, ya que muchos estaban tratando de obtener un salto sobre Ian, se están reportando excelentes rendimientos. Esta es una buena noticia ya que el algodón que se está recogiendo actualmente tenía un mayor daño por podredumbre de la bola y más tarde el algodón tiene el potencial de ser aún mejor.
¿A dónde ir desde aquí? Los precios del algodón seguirán estando influenciados por los acontecimientos económicos diarios. Una mirada al Dow en un momento dado le dará una apariencia de la dirección en la que se mueven los precios del algodón. Para detener esta disminución de un mes, es fundamental que el mínimo de julio de 82.5 centavos se mantenga. La resistencia al alza se encontrará en 92 centavos. Sin embargo, un retorno allí requerirá signos de fortalecimiento de la demanda.
* Autauga Quality Cotton
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