Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Gobierno lo soslaya

Por César Villalobos López

Parte del problema del encarecimiento de productos del campo, es consecuencia de una política errática del gobierno federal y de una grave omisión del actual, al pretender que el productor, o el industrializador, asuma a su costo las alzas de los insumos necesarios.

Con una férrea política en contra de los productores que, legalmente, son usufructuarios de superficies que, con la aplicación de tecnología de punta o a medias, producen mayores cantidades en la cosecha, el gobierno de la 4T pretende elevar las producciones en zonas de autoconsumo.

Lejos de impulsarlos para producir, el gobierno federal fomenta el asistencialismo con dadivas de fertilizantes que muchas veces no llegan a su destinatario, o cuando esto ocurre, el receptor se beneficia de un ingreso por su venta, a quienes si los utilizan y producen.           

Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, se defiende del señalamiento “sorpresivo que el gobierno culpara a una empresa del precio de la tortilla ya que, apuntó, son los insumos, la materia prima, la que representa el mayor porcentaje en el costo de producción”.

“Es un compendio, al subir el maíz sube la harina, subieron los insumos como el gas y los fletes. Maseca, sí es cierto que vende harina y eso eleva el costo para quienes usan este producto, sí es excesivo el alza de sus precios, pero en el Valle de México, por ejemplo, se usa más el nixtamal y eso hace que el precio esté cinco o seis pesos más bajo que en otras partes donde usan harina de Maseca, Minsa o alguna otra empresa”, señaló en agosto pasado.

Explicó que el alza del precio de las tortillas es multifactorial, ligada principalmente a los incrementos de costos de producción y al aumento en los futuros internacionales del maíz.

En el valle de Mexicali, divididos los productores y cuestionados los promotores de cualquier cosa, hablan y hablan del incremento de los insumos, pero en cuanto escuchan el manazo en la mesa se vuelven sumisos y algunos desaparecen, como aquellos que exigían la salida de Héctor Haros Encinas de la Secretaria del Campo y Seguridad Alimentaria.