Las historias del Centro de Mexicali
Las historias de amores en la frontera de Baja California son muchas, pero ha habido algunas que han trascendido a través de los años.
Por Cosme Collignon
Las historias de amores en la frontera de Baja California son muchas, pero ha habido algunas que han trascendido a través de los años. En el Archivo Histórico de Mexicali tiene el acta de matrimonio de Rodolfo Valentino, un actor argentino avecindado en Hollywood en los años 20’s y que llegó al polvoriento pueblo llamado Mexicali para contraer matrimonio con Nathasa Rambova, cuando había decidido tomar unas vacaciones en Palm Spring, California en mayo de 1922, decide que lo acompañen sus amigos y Nathasa a Mexicali, que había conocido en 1921 cuando filmaba en el desierto de Yuma, Arizona las escenas de “El Sheik”, Valentino y el equipo de filmación se trasladaban a Mexicali para refrescarse.
Hay que recordar que en Estados Unidos había entrado en vigor la Ley Volstead, mejor conocida como Ley Seca, de enero de 1920 y siguió vigente hasta 1933, por supuesto que esto favoreció a los poblados fronterizos de México y Canadá a donde acudían los estadounidenses a tomar, jugar y disfrutar de mujeres que se prostituían.
Así Rodolfo Valentino llega el 12 de mayo de 1922 a Mexicali a casarse con Nathasa Rambova. La historia cuenta que la ceremonia se celebró en una casa de la calle Lerdo #544, la cual pertenecía a Otto Moller, quien era el presidente municipal y fungió como testigo de honor de este acontecimiento que puso a Mexicali en el mapa mundial, era nada más y nada menos que la boda del latin lover de moda de las películas mudas.
La Ley Seca de los años 20’s, también provocó la llegada a Mexicali de músicos, dice la leyenda, como Jack B. Tenney se enamoraban de las mujeres que trabajaban en bares y casinos y ofrecían sus caricias a los parroquianos que asistían procedentes de Estados Unidos.
Imagínese un bar de 1921 en Mexicali, construido de madera, pisos de madera, una barra, una litografía de la
Cerveza Mexicali, al extremo un piano. El bar “El Nuevo Tecolote”, piano tocado por Jack Tenney. Al tiempo deja “El Nuevo Tecolote” y se va a trabajar en el “Cabaret Imperial” o “Cantina Imperial”, allí fue donde escribió una gran melodía que Tenney había bautizado primero como El Vals, pero posteriormente la renombra como “Mexicali Rose”.
Las versiones históricas indican que este pianista enamorado de la Ciudad que atrapó al Sol, compuso “Mexicali Rose” dedicada a una joven que trabajaba en un bar de la localidad. Algunos escritores afirman que la joven se llamaba Rose Erskine, otras versiones no mencionan el nombre de esta joven que cautivó al músico, pero dicen que era mexicana proveniente de Sinaloa.
Jack Tenney compuso la letra de Mexicali Rose, pero se la atribuyó a Helen Stone. La verdad es que el músico compuso una pieza musical que ha sido interpretada por las más prestigiadas bandas y cantantes como Bing Crosby, Gene Autry y Jerry Lee Lewis, o versiones de Billy Vaughn. Por cierto, Jaime Rafael Ochoa cuando era alcalde de Mexicali cuando cumplió 100 años, mandó grabar un CD con la obra de Jack Tenney, “Mexicali Rose”, con grabaciones de diferentes músicos, de diferentes épocas.
Lo cierto es que el hoy Centro Histórico de Mexicali que Marina del Pilar Ávila Olmeda ha promovido desde que era alcaldesa de esta capital y hoy como gobernadora, tuvo como una de las actividades principales los bares, casinos, cabarets, cerveza y alcohol, prostitución y juego. Tijuana no está ajena a estas actividades. La próxima semana escribiré sobre Altagracia Tamayo, presidenta de Cobina y administradora de un albergue para migrantes en el Centro de Mexicali, sobre la vida nocturna y la prostitución en Mexicali.
*El autor es Periodista independiente
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