Por Antonio Magaña.
El presidente se inspira en frases y canciones para gobernar.
Frases y canciones pegadoras, muy aplaudidas por su público:
“Primero los pobres”, “el pueblo es bueno y sabio”, “el pueblo pone y el pueblo quita…”.
Las canciones llegan a lo más íntimo de la revolución de las conciencias:
“Amor con amor se paga”, “¡Cómo cambian los tiempos…!”, “Déjame Vivir…”, “Que seas feliz, feliz, feliz”.
Frene a los reclamos de Estados Unidos y Canadá, por la reforma energética, revivió a Chico Che:
“Que vienes de otro planeta sólo para vigilarnos/ Uy, qué miedo mira cómo estoy temblando”.
El grito de guerra, de su cuarto informe, es una canción de José Alfredo sobre las clases sociales:
“Que no somos iguales/ dice la gente/ que tu vida y mi vida/ se van a perder/ que yo soy un canalla y que tú eres decente…”.
A quienes propuso como ministros de Corte, les dedicó otra de José Alfredo:
“Me equivoqué contigo/ me equivoqué a lo macho/ como muy pocas gentes se habrán equivocado…”.
Y hoy, para justificar la presencia del Ejército en las calles, utilizó un proverbio: “Es de sabios cambiar de opinión”, dándole la razón a quien apodó “El Comandante Borolas”.
Esperemos que no salga, uno de estos días con, “echando a perder se aprende”, por aquello de sus obras y proyectos emblemáticos empantanados.
Justicia Tuerta: La Fiscalía de la Cd. De México, ofrece un millón de pesos por la captura del director responsable de la obra del Colegio Rébsamen, Francisco Arturo Pérez Rodríguez.
¿Y los responsables por las muertes de la Línea 12?
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