CIUDAD OBRERON, SONORA. - El presidente Luis Echeverria Álvarez caminando hacia la sede del Banco Agrario del Mar de Cortes, para su inauguración. De Izquierda a Derecha, Lic. Armando Biebrich, gobernador de Sonora; César Villalobos López, reportero de La Voz de la Frontera; el presidente Echeverria, Sergio Gómez Silva, reportero del periódico El Mexicano; Ing. Luis González Ruiz, dirigente de la CNC en Baja California y el Ing. Enrique Pérez González, director general del Banco Nacional de Crédito Rural.
- Dio solución al problema de salinidad que afectaba al valle
- Desvió del cauce del rio las aguas salinas del Wellton Mohave
- Fijó parámetros de medición que ahora soslayan funcionarios
- Con el acueducto Rio Colorado Tijuana llevó agua a la costa
- Construyó la carretera transpeninsular, vialidad hoy insuficiente
Por César Villalobos López
El sexenio 1970-1976, con el presidente Luis Echeverria Álvarez ha sido uno de los que mayores beneficios generaron para el desarrollo de Baja California, a partir de la construcción de la carretera Transpeninsular, desde La Paz, Baja California Sur, hasta Ensenada.
A lo largo de la transpeninsular se construyeron paradores y hoteles, algunos en operación para impulsar el turismo y las actividades comerciales a lo largo de la península.
Las obras del gobierno del presidente Echeverria Álvarez, fueron planeadas y promovidas en el gobierno del Lic. Milton Castellanos Everardo, 1971-1977, quien desde 1965, hasta su elección como gobernador estuvo al frente del Banco Nacional de Crédito Agrícola en el estado.
Para las actividades agrícola, ganadera y económica del valle de Mexicali, el presidente Echeverria, con la visión técnica del Ing. Leandro Rovirosa Wade, en la Secretaria de Recursos Hidráulicos, de Don Manuel Bernardo Aguirre, en la Secretaria de Agricultura y Ganadería, así como Oscar Emilio Rabasa en la Secretaria de Relaciones Exteriores, atendió el problema de la salinidad de las agua que los Estados Unidos extraían del valle del Wellton Mohave, en Arizona, y las enviaban a México, afectado las tierras y consecuentemente la rentabilidad de los cultivos.
Después de años de negociaciones, el 30 de agosto de 1973 los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron el Acta 242 de la CILA intitulada, “Solución permanente y definitiva al problema internacional de la Salinidad del Río Colorado”, en la cual se establece que las aguas recibidas por México en el Lindero Internacional Norte (LIN), aguas arriba de la Presa Morelos “tengan una salinidad media anual que no sobrepase en más de 121 p.p.m. ± 30 p.p.m., normas de México (115 p.p.m. ± 30 p.p.m. normas de Estados Unidos), a la salinidad media anual de las aguas del Río Colorado que lleguen a la Presa Imperial”.
Lamentablemente para los agricultores, a la fecha, estas lecturas se han soslayado con criterios particulares de los funcionarios de la Comisión Internacional de Límites y Aguas y de la ahora Comisión Nacional del Agua, dando la impresión de atender intereses extranjeros.
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