El fracaso de Bonilla con el agua
Por César Villalobos López
A tres meses de la fecha para la renovación de los consejos de administración y de vigilancia de la S. de R.L. concesionaria de la Red Mayor del Distrito de Riego 014 Río Colorado, llamo nuestra atención lo manifestado por Gerardo Vargas Landeros, alcalde Ahome, Sinaloa, pidiéndoles a sus funcionarios “no entrometerse en los procesos de elección de directivas de los módulos de riego”.
Reconoció que “Hay algunos funcionarios que son parte de los módulos de riego, de eso no les puedo negar su participación, pero si no tienen nada que ver en ese módulo y andan en otro módulo haciendo proselitismo y en horas de trabajo y con recursos del Ayuntamiento está totalmente prohibido; que lo hagan saber quiénes se sientan afectado si algún funcionario está participando en esos temas”.
Vargas Landeros dijo que no ve bien que algunos aspirantes se quieran colgar de su nombre para obtener votos, ya que desde el principio él fue claro que es totalmente imparcial de ese proceso, por lo que deben de denuncias a cualquiera que lo haga.
Y es que esta situación nos recuerda como, en la renovación de directivos de la S. de R.L., hace tres años, algunos usuarios del agua y miembros de módulos, se prestaron, creyendo ir en caballo de hacienda para quedar al frete del organismo, a los intereses del gobernador Jaime Bonilla Valdez, quien fracasó en su intento de tener un control absoluto en el agua de riego.
Por su desmedida ambición, Bonilla Valdez cayó en el engaño de Amador Rodríguez Lozano, quien, utilizando a Andrés Burgueño y a Luis Salomón Faz Apodaca, cabildeó, con ambiciosos usuarios, pero fracasaron con los directivos de la S. de R.L. aun cuando estuvieron a punto de sucumbir.
Por ello Bonilla Valdez dio vida a la Secretaría del Agua -con Fas Apodaca como titular-, pretendiendo asumir una potestad del gobierno federal, para lo cual presiono sin éxito a la entonces directora de la Comisión Nacional del Agua, quien, por cierto, al igual que ahora, pidió a los funcionarios no meter las manos en el proceso de renovación de módulos y de organismo como la S. de R.L.
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