Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Bonilla y sus cambios de opinión

Por Eliott Valdez Montaño *

Después de deshojar la margarita, Jaime Bonilla Valdez decidió regresar al Senado de la República. La ilusión de ser Subsecretario de Gobernación o director de la Comisión Nacional del Agua se disiparon bajo el argumento de que prefería estar con sus seres queridos y descansar cinco meses para finalmente regresar a la Cámara Alta.

Ayer el exgobernador concedió una entrevista al periódico El Universal, en donde hizo algunos comentarios respecto a la realidad política del país, y por supuesto de Baja California; y llamó la atención que algunas de estas declaraciones contravienen la visión política de su mentor y amigo, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Primero, rechaza que los diputados que votaron en contra de la reforma eléctrica sean considerados como traidores a la patria, tal y como lo indica el presidente y su partido Morena, “Yo diría que somos tan mexicanos los priístas como los morenistas, como los panistas, todos queremos al país, pero lo vemos desde un punto de vista diferente”, argumenta el senador.

Claro, como él lo hizo como gobernador, cuando un día y otro también, utilizaba su mañanera cibernética (y ahora sus colaboradores en sus medios de comunicación) para no soltar el guante de la cara a sus adversarios políticos e incluso empresariales, que rápido se le olvidó esto.

Para Bonilla, Morena es López Obrador. Punto. Él reconoce que ganó la elección y llegó al Senado arrastrado por la corriente triunfalista de AMLO, y todavía un año después la marea no bajó y le dio la posibilidad de ganar la gubernatura, y que el partido se llevara carro completo. Sin embargo, el exmandatario reconoce que Morena no será eterna, ni tal vez llegue a ser el partido poderoso que fue el PRI (aunque muchos militantes corrieron tras hundirse el barco a refugiarse en el partido guinda)

Y esto, ¿por qué? Pues porque Morena es un partido que está dividido, son muchas corrientes que no están de acuerdo con las formas que ha seguido Mario Delgado y su dirigencia, de imponer candidatos como lo han hecho desde hace tiempo, a través de falsas encuestas que seguirán siendo así mientras no se hagan públicas, mientras la opacidad sea el antivalor principal en la forma de hacer política. Y el mismo Bonilla lo dice: López Obrador va a ganar cuatro gubernaturas y Mario Delgado va a perder dos (lo más probable, Aguascalientes y Durango) por su imposición de candidatos.

El problema, senador, es que los cuatro candidatos que visualiza como probables ganadores son también impuestos (por quien haya sido, AMLO o Delgado), ¿pues no que son muy demócratas, muy abiertos al diálogo y a la pluralidad? En la práctica, no y no lo serán mientras sigan con las mismas acciones que criticaron cuando eran oposición.

Por eso tiene mucha razón Bonilla: Sin AMLO, Morena será el PRD, mientras tanto se sigue acercando al PRI, tanto en sus acciones, como en sus militantes, porque varios ya se fueron del tricolor a buscar nuevos aires y escucharon el canto de la sirena.

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