Semanario El Pionero

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Foro Agrario México…

La ruta del queso, el vino y el bosque (parte IV, el vino)

Por Reynaldo Magaña*

Si bien el queso “Real del Castillo” es el producto icónico del Valle de Ojos Negros, no menos importante lo es el vino, sobre todo, más antiguo.

En la zona se produjo vino desde el siglo diecinueve, esto es a finales de los años mil ochocientos, en los ranchos ubicados al Este de Ensenada, que eran precisamente el acceso a Real del Castillo y no la carretera que hoy conocemos, que conduce directamente hacia San Felipe, pasando Ojos Negros.

En Piedras Gordas estaba la entrada por el antiguo camino, a través de los Ranchos El Barril, Las Codornices, la cuesta de Las Minitas, para llegar finalmente a Real del Castillo Viejo y de ahí a Real del Castillo (nuevo). Originalmente era un solo nombre, Real del Castillo y todo era el valle de Ojos Negros o San Rafael.

Con posterioridad, a mediados del siglo veinte, se formaron los ejidos Sierra de Juárez, en la montaña y Real del Castillo Viejo y Real del Castillo en el Valle. El primero de los Reales (el viejo) en la parte noroeste del valle, es donde se estableció la capital de Baja California en mil ochocientos noventa.

Los primeros viñedos y producción de vino, con uva sangiovese, fue en los ranchos Nelson, El Tule, El Borrego y El Oasis; todos ellos en la añeja entrada a Real del Castillo. Pertenecían a las familias Podesta, Aguilar, Ojeda, Lindquist, Piccini y algunas otras de aquel tiempo.

La producción de vino era originalmente para autoconsumo, sin embargo, poco a poco empezó a comercializarse por el crecimiento de la población en el “Real” convertida en la capital de Baja California, como ya se dijo.

En la actualidad, fue el productor Ricardo Hussong quien a principios de los años noventa estableció el primer viñedo con otras variedades, iniciando también con su vinícola, San Rafael. A este siguieron otros, para constituir finalmente un vigoroso destino de uva, vino y vinícolas desde luego, con lo que el tema se potencializó con la presencia del famoso queso Real del Castillo, descrito en publicaciones anteriores.

La presencia de cada uno de estos rancheros vitivinicultores, aporta atractivos al valle por generar alternativas de turismo cultural, rural, agroturismo y enoturismo. Con ello, de la mayor importancia resultaría conectar con carreteras el valle de Guadalupe, Ojos Negros y el valle de la Gruya, este último al sur de Ensenada, para consolidar al municipio como la mayor zona vitivinícola de México, alrededor de la ciudad de Ensenada.

Injusto sería no describir cada uno de los ranchos productores de uva y las vinícolas, cuyo vino es de características especiales, por obtener el suministro de agua de una gran pureza, de la montaña de Sierra de Juárez, lo que lo hace diferente al de las otras dos zonas productoras, Guadalupe y la antigua ruta del vino, pero que se complementan para generar la gran oferta de este producto para México y el mundo.

Procedamos entonces, en las subsecuentes publicaciones a dar detalles de los ranchos y las vinícolas del valle de Ojos Negros y su área de influencia.

*El autor especialista en derecho agrario y promotor de economía solidaria

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