Por Antonio Magaña.
Así es la democracia, se gana o se pierde.
Hace más de una década, Felipe González, escribió un artículo que tituló “La Aceptabilidad de la Derrota”, como elemento esencial de la democracia.
En el texto, aclara que aceptabilidad no es lo mismo que aceptación:
“Las consideraciones sobre las derrotas se deslizan con frecuencia hacia la auto justificación… (los malos perdedores) se niegan a analizar sus propias fallas, sus carencias para cargar sobre otros factores la derrota”.
“…que la derrota sea aceptable no es lo mismo que los perdedores sean capaces de aceptar la derrota…”
“…lo difícil es aceptar la derrota…la victoria siempre resulta aceptable…a los auténticos demócratas se les conoce por su capacidad para aceptar la derrota”.
“…a los demócratas, como a los buenos deportistas, se les conoce también por el uso que hacen de la victoria”.
“Los políticos que no saben aceptar la derrota, cuando les llega el triunfo hacen un uso abusivo del poder que obtienen”.
“Cuando alguien no sabe perder, las posibilidades de que tampoco sepa ganar son altísimas. Se dice que se le sube el poder a la cabeza y pierden el sentido de la realidad o la dimensión de su estatura”.
Felicidades a los candidatos ganadores, a quienes ganaron bien, y también, a quienes perdieron con la frente en alto.
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