Meditación en movimiento
Por Gladys Villalobos*
“Nada dura, nada está completo y nada es perfecto», estas serían los tres principios del “Wabi-sabi” termino japonés que describe un tipo de visión estética basado en la belleza de la imperfección. Enaltece las cualidades en lo imperfecto, lo incompleto; lo bello en las cosas sencillas, modestas, no convencionales.
Wabi-sabi también se refiere a una filosofía de vida que consiste en disfrutar del presente y encontrar la paz y la armonía en la naturaleza y en las pequeñas cosas y también aceptar pacíficamente el ciclo natural de crecimiento y decadencia.
“Esta corriente de visión estética y de comprensión del mundo basada en la impermanencia y en la fugacidad se originó en el taoísmo y luego se transmitió al budismo zen. Ve en los conceptos de Wabi-sabi una liberación del mundo material y la trascendencia hacia una vida más sencilla”.
Hace muchos años que no escuchaba este término japonés. En fecha reciente lo escuche de la boca de Belén Senra, una artista española de quien estoy tomando unos cursos de macramé. Uno de los hallazgos que viví en casa de mis padres durante los 5 meses que pase en Mexicali este año fue una caja de tamaño considerable lleno de joyas: madejas de hilo de colores varios para macramé, aros, cuentas y accesorios que mi madre guardo en los ochentas cuando elaboraba hermosas piezas en un abrir y cerrar de ojos.
Tengo el recuerdo de mi madre cortando, midiendo y haciendo nudos. Macramé es una palabra de origen francés que significa nudo, yo diría “el arte de hacer nudos”. Un par de ocasiones me senté con ella y participe en sus creaciones. Décadas después descubro que “hacer nudos” me sienta bien, se me facilita y me resulta una meditación en movimiento.
Durante mi estancia en la casa donde crecí llevé a cabo una decena de colgadores de plantas. En la tranquilidad del momento encontré analogías del macramé con la vida. Una de ellas, trabajar en el equilibrio de la suave firmeza; aprender a mediar la fuerza para obtener el resultado deseado, sin asfixiar (el nudo) o soltar demasiado y con ello, perder la armonía en un diseño. Una analogía de la forma como nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Relacionarnos en la justa y necesaria medida.
También observe el valor de lo imperfecto. Al principio me generaba ansiedad la asimetría, después me resulto audaz. Romper mis propios patrones o esquemas de lo “bien hecho”. Conectar con Wabi-sabi y apreciar la belleza de lo natural, de lo rústico, de lo hecho a mano, de la creación individual. Sin promoverlo aún, ya tengo un pedido de cuatro colgadores de plantas. En un momento donde lo más saludable es permanecer casa, llevar la naturaleza a nuestro hogar es un bálsamo para el estado de ánimo.
La próxima semana seguiré deshilando el concepto Wabi-sabi. Me resulta profundo y de valor. “Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ Contacto: [email protected]
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