Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Frívolo el interés oficial 

Por César Villalobos López

Cada día que transcurre nos lleva a comprobar que los individuos al frente de lo que se identifica como administración pública, tanto los pasajeros que llegan en cada cambio de gobierno, o los supuestos funcionarios de carrera, están por el sueldo y algunos por lo que puedan rascar y llevar sus bolsillos.

El mejor ejemplo de esto lo tenemos en el sector agropecuario, para el cual se han hecho anuncios espectaculares, convertidos en el hazmerreír de los supuestos beneficiarios, aun cuando algunos han sido incluidos en el beneficio de la proveeduría, para que sirvan de paleros en la promoción de las versiones, más que proyectos.   

Para la divulgación, por parte de los funcionarios, los medios electrónicos, en donde hablan y hablan, sin interrupciones, menos cuestionamientos serios hacia lo que dicen, aderezado con uno o que otro halago, o una pregunta Ad hoc, para lucimiento, o critica. 

Las conferencias de prensa, por regla general son sin presencia de medios o reporteros que les puedan causar incomodidad con preguntas de situaciones de corrupción, malos manejos, ineficiencias, incapacidad y otros muchos aspectos adversos que abundan en el sector, pero son soslayados por los funcionarios.

Pero esto no debería de extrañarnos de los titulares de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural y de la Secretaria del Campo y Seguridad Alimentaria, a partir de que sus jefes, en el ejecutivo federal y el estatal hacen lo mismo y a base de repetir la misma mentira varias veces, creen convertirla en realidad.  

Respecto a la presunción de honestidad y de no corrupción, son conceptos que, solos, caen por tierra, tan solo observando sus acciones y el cómo, por engaño, por interés político o económico, maniobran conceptos para ocultar malos manejos de cabezas de grupos, en este caso, la Unión Ganadera Regional de Baja California, con los aretes de SINIIGA, mal que se inicia en la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas.  

El programa del Sistema de Identificación, con aretes data del 2004 y su objetivo estaría cumplido, a no ser por el mercado negro surgido de la CNOG y de las UGR, responsables de su manejo, lo que les permitió establecer reglas en coordinación con funcionarios y hasta nacionalizar un millón que, de cabezas de ganado que, cada año ingresan a México por la frontera sur, vienen denunciando productores de bovinos, por la afectación que ellos les provoca.    

Señores funcionarios, debe de ser mucho el compromiso o la complicidad para pretender tapar el sol con un dedo para encubrir lo que realmente ha venido ocurriendo con Gustavo Rodriguez Cabrales como presidente de la Unión Ganadera Regional. 

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