Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Fantasiosos proyectos para el campo

Por César Villalobos López

Primero, una disculpa a Manuel Valladolid Seamanduras, titular de la Secretaria de Desarrollo Agropecuario, por haber considerado que, a su paso por esa dependencia, el campo bajacaliforniano había tenido un avance reducido.

No solo eso, sino que, al escuchar, antes de asumir la titularidad de la hoy Secretaria del Campo y Seguridad Alimentaria, al economista, agricultor y exganadero Héctor Haros Encinas, llegamos a considerar que el campo tendría un boom favorable para los productores.

Sin duda, nos equivocamos, por ello la disculpa a Valladolid Semanduras, quien, pese a todas sus fallas y errores, muchas por confiar ciegamente en la honorabilidad de sus colaboradores, fue mucho mejor que el promotor de inversiones, actualmente al frente de la Secretaria del Campo.

Cuando mencionamos exganadero sonorense, hay voces que nos aseguran que ya no está activo en la actividad agrícola y nos cuentan una serie de historias nada positivas, pero no nos han entregado la comprobación de sus dichos.

A partir de que Haros Encinas dio vuelo a los anuncios de proyectos espectaculares, entre ellos el Agroparque, en el ejido Toluca, como una promoción estatal, cuando desde hacía años le venían madurando los hermanos o la familia Navarro, empezaron nuestras dudas.

Antes, cuando se hablaba de su posible nombramiento, por quienes mencionaban ser sus amigos, nos llamó la atención sus ligas con el Ing. Juan Pablo Hernandez Diaz, presidente –creo vitalicio- de Fundación Produce, pero más cuando, después de una reunión del extitular de Fomento Agropecuario, con su jefe Eugenio Elorduy, apareció una entrevista que le hizo Exaltación Gonzalez, ponderando sus conocimientos del campo.

Parablemente a ello, Haros Encinas empezó a despachar en la oficina de Fundación Produce y, al paso de los días surgieron los primeros nombres de sus colaboradores, curiosamente, la gran mayoría ligados a los gobiernos de Acción Nacional.

El desconocimiento de Haros Encinas, sobre la realidad del campo bajacaliforniano, ha sido cubierto con las versiones de sus colaboradores, en las diferentes áreas, por ello no es raro ver como pretende replicar programas que, en el pasado y bajo las manos de sus funcionarios, resultaron un fracaso, pero tal vez rindieron frutos económicos en proveeduría. 

Al final de la administración del gobernador Eugenio Elorduy, a lo largo y ancho del valle de Mexicali se observaron mallas sombras abandonadas y en proceso de destrucción, debido a que los programas de Fomento Agropecuario no tuvieron el éxito productivo, ni económico, que de ellos se esperaba.     

Haros Encinas se ha referido a programas, acuerdos o contratos, mencionado a Juan Pablo Hernandez Diaz, pero nunca ha aclarado si es en forma personal, como presidente de Fundación Produce, o como socio de la empresa que tiene en sociedad el Premio Mundial en Alimentación.  

Presume de la reproducción de semilla de trigo –que no es trigo-, sin gluten, pero hasta la fecha no se tienen datos precisos de su costo de producción ni de los rendimientos obtenidos para ver si sus predicciones por hectárea son reales o solo una ilusión, por ello el silencio.

Al secretario del campo le sucede lo mismo que a su antecesor, la fe ciega en sus colaboradores –porque no creo que sea complicidad- no les permite hurgar sobre irregularidades y coinciden en respuestas: “pon la denuncia en el ministerio público”.   

Los dos secretarios aludidos tienen una gran ventaja, la confianza de sus respectivos gobernadores y en el caso del actual, Bonilla Valdez ha destacado los conocimientos y el trabajo de Haros Encinas en la Secretaria del Campo, situación que le favorece, indudablemente.

La astucia del secretario le ha permitido neutralizar, con una variedad de calificativos, -en ocasiones acertados- a productores que en determinados momentos tomaron cierto liderazgo, pero también ha arremetido en contra de éste semanario, sin mencionar a quién escribe, por dar cabida a las voces discordantes de sus fantasiosas propuestas.

Con aquello de “cartucheras al cañón, quepan o no quepan” ha pretendido lograr de módulos de riego y de la S. de R.L., autorización para instalar generadores de energía eléctrica en los canales principales, seguramente a título personal, porque siempre se resiste a proporcionar el nombre de la empresa inversora.

En fin, hay mucha tinta, pero se acabó el papel.