Editorial…

Falsas esperanzas 

Es muy entendible la molestia o el enojo de un grupo de productores agrícolas que a lo largo de las campañas políticas estuvieron albergando una creciente ilusión por la esperanza de lograr la solución, que ellos esperaban y de inmediato, a sus problemas, unos reales y otros ficticios.  

En ese largo tiempo tuvieron encuentros y desencuentros con propios y extraños, siempre buscando mostrar lo que llegaron a considerar su liderazgo, frente a sus homólogos.

Tuvieron trato preferencial de candidatos a diputados y senadores, ya ungidos les proporcionaron ciertas atenciones y continuaron las promesas de apoyarlos en el Congreso de la Unión con la aprobación de presupuestos que finalmente han sido bloqueados o retenidos por la Secretaria de Hacienda.

Al inicio del gobierno del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, empezaron a ver que no todo sería fácil, los programas de apoyo al campo fueron modificados en sus reglas de operación, sin aceptarse que esto sea lo correcto y menos cuando se han hecho separaciones muy grandes entre zonas productoras y las de autoconsumo. 

En diversas reuniones con senadores y diputados, los supuestos líderes hicieron gala de distinción y poderío, oh, gran desilusión, todo se derrumbó, no se han tenido respuestas concretas a sus demandas y mucho menos las que esperaban para solucionar sus problemas, o tal acrecentarlos.

A estas alturas no se han dado cuenta que sus presiones y manifestaciones en asambleas ejidales y de unas cuantas personas, no todas productoras, no cuentan, son insignificantes frente a las grandes manifestaciones en la ciudad de México, ni los bloqueos a los entes parlamentarios.     

El mismo tratamiento que dieron a los candidatos, fueron utilizados para seducir al economista Héctor Haro Encinas, desde que conocieron seria el titular a la SEDAGRO, ahora Secretaria del Campo y Seguridad Alimentaria, pero tampoco les ha funcionado la estrategia y menos cuando ya pretendieron mostrar “el músculo duro”.  

En lo que sí tienen razón es en que, las autoridades centrales, les han ignorado en planteamientos que pudieran considerarse un tanto cuestionables, como las indemnizaciones que algunos gestores les hicieron creer podrían lograr de Bayer.

Por otra parte, el economista Haro Encinas les aseguro que había tenido comunicación con Bayer Alemania, sin que se haya visto nada distinto a lo que, los algodoneros conocían.

Sobre la industrialización del valle de Mexicali, propuesta por el titular de la Secretaría del Campo y Seguridad Alimentaria, no hay cuestionamiento, sin duda será positiva cuándo se logre, sin embargo, el problema es actual:

¿Qué se va a sembrar y dónde están los financiamientos que les prometieron, aun estando en el Buró de Crédito?

La reconversión de cultivos es Buena, el problema es que una parte de los endeudados, carecen de capacidad de crédito, no tienen garantías y se necesita dinero para la plantación de palma datilera, además de mercado seguro, ya con contratos en mano, al igual que elcol de Bruselas, berries, esparrago, higo, brócoli, remolacha, y otros.