Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Cuestiones del campo

Por César Villalobos López

La presencia de grupos con presunción de liderazgo en el sector primario del valle de Mexicali, en auto presentaciones con quienes manejaron la campaña de Jaime Bonilla Valdez, ahora gobernador electo de Baja California y con funcionarios anunciados, como Óscar Escobedo Carignan y Héctor Haro, provoco reacciones en productores de las agrupaciones campesinas, colonos y propietarios rurales.

El martes anterior, en las instalaciones de la Unión Agrícola Regional se reunieron miembros de esta agrupación, de la Confederación Nacional Campesina y de la Central Campesina Independiente, analizando la serie de problemas que afectan el desarrollo de las actividades agrícolas y pecuarias.

Se hizo énfasis en el asunto de las carteras vencidas, en la nulidad operativa del Comité Estatal de Sanidad Vegetal, así como de la necesidad de reactivar la Junta Local de Sanidad Vegetal, desaparecida por imposición de funcionarios federales y estatales, en complacencia con algunos productores.

El Lic. Rubén Camacho, de la CCI, habló sobre la conveniencia de reactivar el Congreso Agrario Permanente, con la coordinación itinerante en personas de cada una de las cuatro agrupaciones, incluyéndose a la Federación Estatal de Propietarios Rurales, para la gestoría global con la representación de ejidatarios, colonos y pequeños propietarios.

Como quien dice, el éxito está en la organización, en el fortalecimiento de la representatividad para hacer planteamientos y exigir las modificaciones que sean necesarias para avanzar al fortalecimiento de la economía del campo.

Se coincidió en que los productores arraigados al campo sobreviven con mucho esfuerzo y otros con el auxilio de alguna actividad ajena o el ejercicio de alguna profesión.

Recordaron que la fuerza de representatividad gremial fue socavada por las ofertas de los gobiernos de Acción Nacional, aceptadas por los precursores de movimientos de supuesta defensa de los campesinos, para beneficio personal.

La ambición de los beneficiados fue tanta y la complacencia del gobierno estatal, vía Fomento Agropecuario, fue mayor, a grado tal que llegó el momento en el que, el Fondo de Garantías perdió liquidez y quedo imposibilitado de continuar, debido a los adeudos de los oficiosos caudillos.

El problema de estos individuos es su desmedida ambición y la seguridad que les ha dado la impunidad producto de la falta de energía de los funcionarios que, por temor o complicidad, les solapan sus fechorías.

Tienen labia suficiente para convencer con versiones de proyectos inexistentes que les permiten obtener recursos, hasta de Financiera Rural, en el pasado reciente, sin que a la fecha tengan un proyecto definido, menos una buena inversión de los recursos obtenidos.

Regresando a la reunión, surgió el compromiso de presentar algo formal para su análisis y sirva para la elaboración de un documento para presentárselo al gobernador electo, en busca de apoyo del gobierno a encabezar o para la gestoría ante las instancias del gobierno federal.

En cuanto a Héctor Haro, vemos que le están llevando por los mismos caminos que enamoraron a Manuel Valladolid, cuando vino al valle de Mexicali a conocer los cultivos de la región. Manuel se rodeó de colaboradores identificados como conocedores porque, al igual que los liderazgos que le han tomado el pelo y logrado beneficios, le engañaron en cuanto a su capacidad y honorabilidad, a grado tal que no acepta la existencia de pillerías, cerrando los ojos a la realidad.

Improvisado en la administración pública, Valladolid ha protegido algunas cabezas de agrupaciones que, a su juicio, o por recomendaciones, considera que son hombres honestos, cuando se han aprovechado de la protección oficial. En la ahora SEDAGRO existen programas de papel, como la clasificación del huevo, donde los propietarios de granjas pagan por las etiquetas que les permiten vender su mercancía sin ninguna regulación oficial, haciendo caso omiso a los estándares de tamaño y peso, o las condiciones de limpieza.

En lo relativo a la clasificación de carne se está por el mismo rumbo, al igual que lo relativo a sanidad e inocuidad, porque el presupuesto no alcanza para la burocrática operación y ello les obligó a despedir al personal de casitas fitosanitaria y de volantas, aun cuando en boletines oficiales se haga mención a logros en la materia.

La tarea para Héctor Haro no está fácil porque deberá de sacar las enraizadas mañas de quienes tienen varios sexenios lucrando a costa de los beneficiarios de apoyos, o facilitando el incumplimiento de requisitos. Pero además se dará cuenta de que no todo lo que él considera debe de hacer, se puede, porque “no es lo mismo atrás que en ancas”,  pero el tiempo pondrá las cosas en su lugar, si en verdad pretende impulsar el desarrollo del campo bajacaliforniano.