Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Encontrados intereses

La anunciada cancelación de la obra del nuevo aeropuerto de la ciudad de México, por parte del presidente electo, Andrés Manuel Lopez Obrador, generó una serie de controversias con la visión de empresarios y de beneficiarios de privilegios de los gobiernos revolucionarios y los de Acción Nacional.

Lopez Obrador, en un escenario muy especial, dio una explicación sobre la determinación de atender los resultados de una cuestionada consulta, tal vez fuera de las normas establecidas, pero al fin y al cabo se abrió la puerta –parcialmente- para que los mexicanos opináramos, pero no todo lo entendieron y lejos de emitir su voto, criticaron la apertura.

Porque parcialmente, sencillamente porque no se colocaron urnas a la largo y ancho del país y por la falta de control para evitar la duplicidad de votos como se exhibió en algunos videos difundidos en los medios electrónicos.  

Jose Luis Luege Tamargo, quien fuera director de la Comisión Nacional del Agua, anteriormente había hecho un relato -por cierto, publicado en este semanario- sobre la consulta que años atrás se hizo sobre estudios diversos que dieron por resultado la nula factibilidad de que el Lago de Texcoco sirviera de base para la construcción de un nuevo aeropuerto. 

Inclusive da a conocer como Gerardo Ruiz Esparza, el actual titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, hombre multi cuestionado por sospechas de corrupción, como trató se lograr un cambio de opinión para considerar viable la obra en el mencionado Lago.   

Sobre Ruiz Esparza hay mucho que escribir, pero será en otra oportunidad.

Regresando al tema del nuevo aeropuerto, los ciudadanos solamente conocemos las versiones de aquellos que encabezan las agrupaciones de empresarios, de inversionistas, de constructores, así como de posicionamientos oficiales, como los del presidente Enrique Peña Nieto y sus funcionarios, frente a los dichos López Obrador y de quienes le acompañaran en su gobierno.

Hemos observado cómo, a nivel nacional, aquellos que dicen representar a la opinión pública del país, se han dividido en cuanto a sus análisis y señalamiento críticos, con variaciones de aceptación y hasta de justificación a lo dicho y hecho por el próximo Jefe del Ejecutivo Federal.

Por otro lado, la Secretaria de la Función Pública revela la existencia de inconsistencias e irregularidades en la aplicación de varios cientos de millones de pesos en la obra del nuevo aeropuerto, pero esas irregularidades son soslayadas, o vistas como naturales, por simpatizantes o beneficiarios del nuevo aeropuerto y críticos de todo lo que promueva AMLO.

Así las cosas, no queda más que esperar para que sea el tiempo quien dé la razón, a unos u a otros, esperando que los resultados sean los más positivos para el país, aun cuando el acertado sea Andrés Manuel.