- A pesar de contar con un presupuesto millonario en vigilancia
- 21 mil totoabas fueron capturadas ilegalmente el año pasado
- Esto provocó casi la extinción de la vaquita marina
Por Ernesto Méndez *
CIUDAD DE MÉXICO.- El Programa de Atención Integral del Alto Golfo de California instrumentado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que en los últimos tres años tuvo un costo de alrededor de tres mil millones de pesos, fue un fracaso debido a que quedan vivas menos de 30 vaquitas marinas y tan sólo en 2017 fueron capturados ilegalmente más de 21 mil ejemplares de pez Totoaba, en veda desde 1975, según una “estimación conservadora” del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca).
De acuerdo al Informe Final de “Evaluación de la Población de Totoaba en el Golfo de California”, con fecha de febrero de 2018, la mayoría de los peces atrapados en la pesca furtiva eran adultos, en edad reproductiva, con un peso total aproximado de mil 400 toneladas.
INVERSIÓN MILLONARIA, SIN RESULTADOS
En el marco del Programa de Atención Integral del Alto Golfo de California, la Semarnat pagó en los últimos tres años, dos mil 100 millones de pesos en compensaciones a pescadores y cadena productiva de San Felipe, Baja California y Golfo de Santa Clara, Sonora, para que sacaran sus redes del mar.
Además, compró en 62.5 millones de pesos tres drones con cámaras de alta resolución y visión nocturna para vigilar día y noche el área de refugio de la vaquita marina.
Otros 6.5 millones de pesos se utilizaron en la adquisición de dos lanchas rápidas tipo Defender, para realizar las labores de patrullaje en la zona.
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El estudio en poder de Excélsior, guardado bajo llave por Inapesca y Semarnat, que tuvo un costo de 5.5 millones de pesos, calcula que “hasta 120 embarcaciones capturaron totoabas en 2017”, y que, en promedio, cada lancha utilizaba por jornada entre tres y cinco redes prohibidas para capturar de seis a 20 ejemplares.
Una estimación conservadora del número de totoabas capturadas en 2017 indica que la cifra pudo haber rebasado los 21 mil ejemplares, la mayoría adultos reproductores. El peso total de esos organismos pudo ser de mil 400 toneladas. En estos cálculos se tomó en consideración el esfuerzo pesquero estimado en número de pangas, artes por paga y totoabas por arte. Esta información proviene de conversaciones informales y observaciones de campo”, indica el documento.
La “Evaluación de la Población de Totoaba en el Golfo de California”, que tenía el objetivo de demostrar la recuperación de la especie, para poder permitir su pesca deportiva con anzuelos y quitar un poco de presión a la vaquita marina, que muere ahogada en las redes, establece que la biomasa media total existente es de 38 mil 683 toneladas, algo así como 580 mil ejemplares.
La investigación destaca que la Totoaba tiene una adecuada variabilidad genética y una buena estructura en tamaños y en edades, por lo que se puede concluir que su población se ubica en la categoría de fuera de peligro de extinción o amenazada, aunque su estatus puede cambiar rápidamente si no se detiene la pesca ilegal de pre-adultos y adultos por el alto precio de la vejiga natatoria o buche, con alto valor en el mercado negro de China, donde se le atribuyen propiedades medicinales.
La pesca ilegal hace a la totoaba particularmente vulnerable, fenómeno que se ha exacerbado en los últimos 4-5 años cuyos efectos ya se aprecian en la población de Totoaba. Ese régimen de captura no es sostenible”, advierte el estudio.
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Un total de tres millones de dólares, es decir, alrededor de 57 millones de pesos, se invirtieron en el Programa Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación), que intentaba conservar en semicautiverio a los últimos ejemplares de vaquita marina, y que fue cancelado por la muerte de una hembra adulta al momento de ser capturada.
A pesar de todos los esfuerzos, el descenso de la población de vaquita marina continúa en un promedio de 34 por ciento anual y la pesca furtiva de Totoaba se mantiene sin control, de acuerdo a los propios datos oficiales.
De las 21 mil totoabas capturadas en 2017, sólo se tiene el reporte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), de 575 buches o ejemplares decomisados, es decir, apenas el 2.73 por ciento de lo pescado de manera ilegal se logró asegurar, lo demás llegó al consumidor final.
* Publicado en el portal del periódico Excélsior, el 25 de septiembre de 2018
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