Roma, (Notimex).- Los sistemas de producción alimentaria mundiales deben ser más sanos y sostenibles y la agroecología puede contribuir en esa transformación, aseguró hoy el director general de la FAO, José Graziano da Silva.
En su discurso de apertura del 2º Simposio Internacional sobre Agroecología, el cual concluye aquí el próximo jueves, subrayó que la mayor parte de la producción alimentaria se basa en sistemas agrícolas con un elevado nivel de insumos y un uso intensivo de recursos con alto costo para el ambiente.
Ello, dijo, da como resultado que el suelo, los bosques, el agua, la calidad del aire y la biodiversidad continúen deteriorándose.
La estrategia de aumentar la producción a cualquier precio no ha sido suficiente para erradicar el hambre “y asistimos a una epidemia global de obesidad”, advirtió.
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agroecología puede salvaguardar los recursos naturales y la biodiversidad, así como promover la adaptación y la mitigación del cambio climático.
También puede mejorar la resiliencia de los agricultores familiares, en especial en los países en desarrollo donde hay una mayor concentración de situaciones de hambre.
Puede además contribuir a la producción y el consumo de alimentos saludables y nutritivos y estimular las economías y los mercados locales.
Estos beneficios múltiples hacen de la agroecología una vía importante para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y abordar desafíos que están interconectados.
“Necesitamos promover –añadió Graziano da Silva- un cambio transformador en la forma en que producimos y consumimos alimentos. Tenemos que proponer sistemas alimentarios sostenibles que ofrezcan alimentos saludables y nutritivos, y también preservar el medio ambiente. La agroecología puede ofrecer algunas aportaciones a este proceso”.
Al combinar conocimientos tradicionales y científicos, la agroecología aplica enfoques ecológicos y sociales a los sistemas agrícolas, centrándose en las provechosas interacciones entre las plantas, los animales, los seres humanos y el medio ambiente.
“Transformar nuestros sistemas alimentarios para que sean sostenibles significa realizar cambios tanto económicos, sociales como culturales”, afirmó Gilbert F.Houngbo, presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Stéphane Le Foll, exministro francés de Agricultura, fue el orador invitado. Le Foll urgió al diálogo y a la acción para crear una nueva “doble revolución verde” en la producción agrícola basada en la naturaleza, el conocimiento local y la ciencia.
El simposio reúne durante tres días a 700 responsables de las políticas, profesionales de la agroecología y representantes gubernamentales, del mundo académico, de la sociedad civil, sector privado y organismos de la ONU para discutir los elementos y acciones para apoyar la ampliación de la agroecología.
a reunión se centra en identificar necesidades, desafíos y oportunidades para promover políticas, prácticas e inversiones en agroecología.
La FAO puso como ejemplo de agroecología en acción a un ecosistema diseñado por campesinos chinos que utiliza hojas de moreras para alimentar a gusanos de seda cuyos desechos corporales se usan a su vez para los peces.
El material orgánico contenido en el lodo del estanque de peces se reutiliza como fertilizante para las moreras, completando así un círculo productivo virtuoso. Durante siglos, este sistema ha sostenido además actividades suplementarias como la fabricación de seda.
El simposio incluye una exposición que pone de relieve las innovaciones en agroecología de todo el mundo. Entre ellas, un equipo de científicos españoles exhibe CONECT-e, una plataforma en línea diseñada para que los agricultores y otras partes implicadas se registren y compartan su conocimiento ecológico tradicional.
Una exposición procedente de Ghana destaca a su vez un proyecto liderado por agricultores apoyado por ActionAid que promueve el acceso de las mujeres a los servicios de extensión agraria con un enfoque en la promoción de la agroecología.
El proyecto ha logrado que las campesinas aumenten su producción a través de la agroecología con una menor dependencia de insumos externos, como los herbicidas.
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