Editorial…

¿Quién miente?

Las últimas cinco o seis administraciones federales, sin importar el origen del presidente de la república, se han olvidado, no solo de construir, sino de dar mantenimiento y actualizar las refinerías operadas por Petróleos Mexicanos.
Con ello, las obsoletas refinerías han bajado su producción de combustibles, a la par del incremento de la demanda por el incremento en el parque vehicular a lo largo y ancho de la nación.
Hemos dependido de las refinerías estadounidenses que dan el valor agregado al crudo –petróleo sin proceso- que se les envía de México.
Unos dicen que Pemex les paga por la maquila, otros aseguran que compran el petróleo mexicano y tras el proceso de refinancian, nos venden los combustibles.
Existen versiones de que el gobierno de los Estados Unidos presionó al de México para suspender el avance de la inversión y por ello la construcción de una gran refinería, en la cual, el gobierno mexicano gasto 620 millones de dólares, pero solo construyó un muro y cientos de campesinos quedaron sin tierras y sin espacios laborales, por la promesa incumplida.
Paralelamente a esto, el gobierno federal abandonó la infraestructura de la petroquímica y, desde entonces, el campo mexicano es deficitario en amoniaco, urea y otros fertilizantes que se tienen que comprar en el extranjero, al igual que los combustibles.
Pero ahora resulta que las refinerías si son económicamente costeables y según Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, hay “cada vez más empresas, interesadas en poner refinerías en México”.
“Hay algunos grupos que se han acercado a la Secretaría de Energía interesados en poner refinerías. Hay que resaltar que la reforma permite inversión privada en este tipo de negocio, pero al momento no hay un solo proyecto maduro. Hay grupos que están analizando zonas como Campeche, Tabasco, sur de Veracruz y Tamaulipas, pero son proyectos de larga maduración”, explicó el directivo.
Sobre la próxima subasta de áreas contractuales de hidrocarburos, el secretario de Energía destacó que esperan con ello superar los 100 contratos otorgados desde que inició el proceso de licitaciones (rondas).
Lamentablemente nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos deja manos libres a los presidentes de la república y a todos sus funcionarios, además de líderes y políticos, para disponer de los recursos de la nación, sin ninguna responsabilidad, civil o penal, sin importar el daño que provoquen sus malas determinaciones o su ignorancia, a millones de mexicanos.