Por César Villalobos López *
EJIDO SINALOA.- El CCIIAA tiene la “finalidad brindar capacitación para el desarrollo empresarial del Valle de Mexicali, con lo que se pretende elevar el nivel del campo bajacaliforniano y hacerlo más competitivo”.
El complejo, o Centro de Capacitación, Investigación e Innovación Agropecuaria y Alimentaria, conocido como CCIIAA por sus siglas, según el secretario de Fomento Agropecuario, “beneficiará a 2 mil 373 unidades productivas que integran el padrón agropecuario de la entidad”.
Sin embargo, para productores agrícolas del valle de Mexicali, en especial trigueros, la obra en proceso será un Elefante Blanco que la administración de Francisco Arturo Vega de Lamadrid heredará, sin ningún beneficio concreto.
El “proyecto se ha realizado una inversión de 23.9 millones de pesos (mdp), entre recursos federales y estatales para una primera etapa que se ha previsto concluya en este año; asimismo, se tiene contemplada una segunda etapa que concluirá para 2018, en la que se invertirán 16.8 mdp”, para un total de 40.7 millones de pesos, cifra muy superior a la aplicada por la Secretaría de Fomento Agropecuario a programas de impulso directo al campo.
Durante su visita el gobernador Kiko Vega “reconoció que se está viviendo una era de transformación, ante lo cual se debe hacer un esfuerzo inmediato para brindarle las herramientas al campo, a través de la capacitación, la investigación e innovación agropecuaria y con ello lograr fundamentalmente el crecimiento sustentable del Valle de Mexicali”.
Si bien tiene razón en cuanto a que vivimos una era de transformación, en lo que va de su gobierno no se ha observado ningún “esfuerzo inmediato para brindarle las herramientas al campo”, debido a que el presupuesto destinado a la Secretaría de Fomento Agropecuario en su mayor parte es destinado al gasto administrativo y muy poco al operativo.
La dependencia que debería de participar en promoción de programas para el desarrollo de la producción y la productividad en el campo bajacaliforniano, en especial en el valle de Mexicali, ha dedicado más tiempo a la organización de pláticas y conferencias cuyos ponentes absorben parte del raquítico presupuesto disponible, sin resultados tangibles en beneficio de la economía de los productores.
Manuel Valladolid Seamanduras, titular de Fomento Agropecuario dijo: “este centro será la instancia encargada de brindar capacitación para el desarrollo empresarial de los productores agroalimentarios, fomentar la investigación que impulse procesos de innovación y adopción de tecnologías para el uso sustentable de los recursos naturales y energías renovables en sus procesos productivos, facilitando su inserción en los mercados de alto valor”.
Al Secretario Valladolid Semanduras se le olvida que para investigar se requieren recursos económicos, al igual que la innovación y la adopción de tecnologías y surge la interrogante del porque no haberse coordinado con el INIFAP -Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias- y con los Institutos de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias de la UABC –Universidad Autónoma de Baja California- canalizándoles recursos para cumplir con sus objetivos, aprovechando la infraestructura existente y ociosa en algunos casos –como el laboratorio de Veterinaria, o las instalaciones de la ICA-.
El Centro “contará con área de aulas de capacitación y cómputo, un auditorio con capacidad para 300 personas y área de laboratorio que incluye almacén de reactivos, área de secado de muestras y molienda de suelo, área de molienda de vegetales, balanzas analíticas, área de análisis físicos y químicos, entre otras”.
Valladolid Seamanduras dijo que la misión de este centro, “es proveer servicios estratégicos de capacitación en competencias agros empresariales y tecnológicos para desarrollar una eficaz cultura productiva, financiera, comercial y organizativa de los agentes privados y públicos; de esta forma se elevará integralmente la competitividad y rentabilidad de los productores del campo, mediante el uso sustentable y eficiente de los recursos naturales”.
La operación de CCIIAA, por su contenido, requerirá de la contratación de personal especializado en diversas áreas, por lo que surge la interrogante, si el gobierno del estado no ha logrado asignar un presupuesto adecuado para que la Secretaría de Fomento Agropecuario presuma acciones tangibles en beneficio del campo, ¿de donde saldrán los recursos para operar este proyecto?
Acaso lo entregaran a un organismo de productores privilegiados, como lo fueron los que en el pasado usufructuaron los beneficios de la Fundación Produce, hasta que el gobierno de la república se dio cuenta de que resultaron un barril sin fondo, debido a que los proyectos patrocinados en forma particular a investigadores y funcionarios, al igual que las investigaciones de la ICA-UABC, nunca se han logrado validar en predios agrícolas, solo en papel.
Deseamos estar equivocados en nuestra percepción, pero analizando el trabajo realizado por el secretario Valladolid Seamanduras y sus funcionarios a lo largo de la administración del gobernador Vega de Lamadrid, hay más actuaciones superfluas y de lucimiento que no pueden ocultar el abandono técnico y de atención de esa dependencia al campo y los campesinos, con excepción de los pocos privilegiados.
Ojala que el CCIIAA no vaya a resultar como el FOGABAC, convertido en un instrumento para el manoteo de recursos en beneficio de funcionarios y familiares, o para ocultos apoyos en pago de favores.
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