Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Predicando en el desierto

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) condena rotundamente la inseguridad y hechos violentos que se han presentado en algunos estados del país y luego se solidariza con las familias de los 5 militares caídos en cumplimiento de su deber, tras el ataque que sufrieran en Culiacán, Sinaloa.

“ En México es fundamental garantizar el Estado de Derecho, la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos que se han visto amenazadas por grupos violentos, que operan al margen de la Ley.

“ En temas como el combate al narcotráfico y la inseguridad, la lucha se debe mantener como una prioridad para el Estado Mexicano.

“ Exigimos una mayor coordinación de las autoridades locales, estatales y federales para hacerle frente a esta violencia que ha afectado a estados como Sinaloa, Tamaulipas y Michoacán.

“ En esta confederación expresamos nuestra confianza en el General Secretario Salvador Cienfuegos Zepeda y en el General Alfonso Duarte Mejía, Comandante de la Tercera Región Militar.

“ Estaremos pendientes de las investigaciones que las autoridades lleven a cabo para dar con los responsables y exhortamos a trabajar para fortalecer el Estado de Derecho, la paz y seguridad en estas entidades, que exigen condiciones para mantener su desarrollo, crecimiento y liderazgo”.

Hasta ahí el comunicado del sindicato patronal de México en el cual demanda la garantía del Estado de Derecho que, al existir, genera seguridad y tranquilidad a los ciudadanos, mismas que se requieren a lo largo y ancho del país, no solo en el estado de Sinaloa o las entidades donde el narcotráfico a sentado sus reales, pese a la guerra declarada por Felipe Calderón Hinojosa.

Lamentable, sin duda alguna, la atadura de manos al ejército mexicano, cuando sus integrantes han tenido que aguantar agresiones de delincuentes comunes, disfrazados de maestros, de estudiantes o de padres de familia, en los cuarteles, con lo cual demeritaron, con el soslayo del comandante en jefe, el respeto de la más sólida instituciones nacionales.

Seguramente ello es producto del inmerecido valor que se ha dado a los derechos humanos, en protección de todo tipo de delincuente disfrazado de luchador social, dejando desprotegida a la gran mayoría de los pacíficos y productivos mexicanos, incluyendo niños y adolescentes hambrientos de saber.