Editorial…

Candil de la calle

Durante la segunda reunión del Panel de Alto Nivel sobre el Agua, en el 71 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, se llevó a cabo la segunda reunión del Panel de Alto Nivel sobre el Agua, copresidida por México e Islas Mauricio. 

En representación del presidente Enrique Peña Nieto, participó el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano Alamán, quien destacó la importancia de contar con una plataforma multilateral y transdisciplinaria para enfrentar los retos globales e impulsar el desarrollo de las naciones en cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Dijo que las acciones actuales son vitales para garantizar una gestión hídrica apropiada con miras a un crecimiento sostenible duradero, por lo que resulta significativo que los países incluyan en sus políticas y planeaciones el tema del agua como un elemento no solo del propio desarrollo sino de seguridad nacional, como lo es ya para México.

Pacchiano Alamán se refirió a la reunión como un momento histórico, ya que por primera vez el agua congrega a diez jefes de Estado, a las Naciones Unidas y a una de sus principales agencias financieras, el Banco Mundial, en favor de la buena gestión de este recurso.   

Los argumentos del titular de la Semarnat, representando al presidente Enrique Peña Nieto, son muy validos, pero su valor cae estrepitosamente cuando observamos lo que ocurre adentro, a lo largo y ancho de nuestro país.

A partir de las imposiciones de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo Ponce de León, para entregar el agua a los usuarios se fueron creando grupos de control, crearon la llamada familia hídrica que han ido creciendo hasta convertirse en el cartel o la mafia del agua. 

Para el control de los usuarios, las autoridades inventaron la ANUR -Asolación Nacional de Usuarios de Riego- que de acuerdo a versiones de funcionarios de la Comisión Nacional del Agua, es un impedimento para que el gobierno federal retome la rectoría del agua y ordene su aprovechamiento.

Con la entrega del agua a los usuarios y el control de la ANUR, nos está sucediendo lo mismo que con la educación en manos de la CNTE.