Por Dianeth Pérez Arreola
Las mañaneras se supone que nacieron como un ejercicio democrático y de transparencia, en el sexenio de Andrés López Obrador. Aunque la idea suena muy bien, pronto descubrieron que no era muy conveniente, pues así como quedarían de manifiesto las preguntas a modo, también tendrían que contestar los cuestionamientos incómodos.
Pero no se podían hacer para atrás, porque ya sabemos que la 4T nunca se equivoca, así que la solución fue empezar a controlar la narrativa de las mañaneras mediante varios mecanismos que copiaron las administraciones estatales y municipales.
A nivel federal se controló la entrada de los medios; nadie tiene asegurado su lugar (de los críticos, por supuesto) y como puede que un día sí entres, al otro te digan que ya no alcanzaste.
En el nivel estatal no le niegan la entrada a nadie, pero aquí en Baja California controlan muy bien quién pregunta y a veces, hasta qué preguntas se hacen. Tanto en la dirección de Néstor Cruz como en la de Jesús Romandía, se les da la palabra primero a los medios aliados en la difusión de comunicados.
Uno de los requisitos para tener turno al principio es que pregunten sobre el tema del que habla la gobernadora, ocasión que aprovecha la mandataria para extenderse en la respuesta haciendo desfilar secretarios, consumiendo el tiempo.
El anterior director de Comunicación Social, Néstor Cruz, hasta les decía a sus medios aliados qué preguntar. Ahora con Romandía, menos controlador que Cruz, no planta preguntas, pero sí que sigue con la dinámica de dar la palabra siempre a los mismos de siempre y dar largas y excusas a quienes pedimos la palabra para hacer preguntas incómodas.
Ya van muchas mañaneras que no me dejan preguntar. Para la conferencia de hoy, estoy segura que fui una de las tres primeras personas en registrarse; en el formato que envían siempre viene ¿Desea hacer una pregunta?, lo cual respondí que sí, pero ya sabemos que eso no sirve de nada.
Te dicen que estás en la lista, pero esa lista también es a discreción de quien controla el turno de las preguntas; a veces hasta le dan la palabra a quien ni siquiera la había pedido porque prefieren consumir el tiempo con unos que con otros que pudieran hacer cuestionamientos más frontales.
La mañanera es una gran simulación, donde es cada vez más evidente que de transparente y democrática no tiene nada. En el ayuntamiento de Mexicali, encabezado por Norma Bustamante, en esta segunda administración ya no se hacen mañaneras. El pretexto es que los funcionarios municipales se agarraban toda la mañana y no regresaban pronto a trabajar, aunque la verdad es que la alcaldesa ponía a sudar a su equipo de comunicación con las respuestas que a veces daba.
Romandía me dijo que no lo acusara de negar preguntas, que se me ha dado la voz, “que no utilice eso”. Claro que se me ha dado la voz, pero no con la frecuencia de los favoritos, de los inofensivos y de los obedientes.
Yo no represento ni defiendo los intereses de ningún sector, organismo, agrupación o persona, y mis opiniones, investigaciones y notas informativas son de mi entera iniciativa y autoría. La principal lealtad del periodismo es hacia los ciudadanos, no hacia los gobiernos, empresas o cualquier institución de poder, y en ese sentido que no se confunda ser crítica e independiente con ser “de oposición”, porque aquí les ha tocado a todos.
A los medios críticos se nos debe dar igual oportunidad de cuestionar al poder no por una cuestión personal, sino porque representamos a un sector de la población que no está de acuerdo con muchas de las acciones del gobierno, y somos portavoces de las injusticias, desigualdades, abusos e inconformidades de esos ciudadanos, que no tienen oportunidad de cuestionar al poder.
En otro tema, en un extraño gesto, el secretario de Educación Luis Gilberto Gallego, publicó en las redes una foto donde agradece y reconoce el trabajo de Miguel Alfredo Nuño García, quien era delegado de la Secretaría de Educación en Tijuana, y a quien corrió de su cargo.
Al saber que le tocaba el recorte, Nuño García, muy orgulloso, le firmó la renuncia antes del “Día D” para darse el gusto de decir que no lo corrieron, que él se fue. El caso es que el exdelegado es consejero de Morena y muy cercano al alcalde Ismael Burgueño -tanto que está trabajando con él-, así que Gallego tuvo que darle el gusto de que le agradeciera públicamente para que se notara que no se iba por la puerta de atrás.
Y hablando de los corridos de Gallego, también le tocó a Teodoro Gómez Llanos Moreno, administrador en la delegación de la secretaría en Tijuana. Así como con Nuño García, seguro no sabe quién es Gómez Llanos: es padre de la doctora Haydeé Gómez Llanos Juárez, vicerrectora del campus Tijuana UABC, y de Mónica de Fátima Gómez Llanos Juárez, Procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, del Gobierno del Estado.
Dicen en la delegación que Gómez Llanos Moreno es un hombre trabajador y honrado. Veremos qué tal su reemplazo, y a ver si sale tomándose una foto Gallego con este y todos sus corridos.
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