Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

La Esfinge Trump ha Vuelto. ¿Qué hacer ante su acecho?

Por Antonio Magaña.

La Esfinge volverá a la frontera en enero.

¿Cómo enfrentarla?

Hera, hermana y esposa de Zeus, decidió castigar a Tebas por el asesinato de su rey, y les envió a La Esfinge:

Un monstruo colosal con cabeza, cara y manos de doncella; voz de hombre, cuerpo de perro, garras de león, cola de serpiente y alas de águila.

Hera, le ordenó situarse en la cima de una colina junto a Tebas, en donde detenía a todos los caminantes que por ahí pasaban, proponiéndoles un enigma caprichoso, devorando a los que no acertaban a resolverlo. 

Ninguno de los viajeros que habían intentado cruzar el desfiladero había resuelto el acertijo. Cuando la Esfinge apreciaba el miedo y la ignorancia de los hombres, se lanzaba contra ellos, los estrangulaba y devoraba sin compasión alguna.

El monstruo, infundía terror en todo aquel que se dirigía a Tebas, por lo que dejaron de acudir a la ciudad mercaderes y viajeros.

Por el poco tránsito, cuando la Esfinge sentía hambre, volaba hasta Tebas para cazar niños y hombres que eran víctimas de su apetito insaciable. 

Creonte, que por entonces gobernaba la ciudad, sacrificando su propio interés al del pueblo, anunció que cedería la mano de su esposa y la corona a quien librara a la ciudad de esa calamidad.La muerte de la Esfinge, dependía de la explicación de un secreto que, solo un hombre de conocimiento, podría descubrir:

– “Cómo se llama el animal que por la mañana camina con cuatro patas, al medio día con dos y por la tarde con tres”-.

Edipo, cuya sagacidad corría pareja con el deseo de gloria, se presentó ante el monstro, escuchó el enigma con atención; se concentró todo lo que pudo, se aisló de todo lo que pasaba en el exterior y contestó sin titubear:

«Ese animal es EL HOMBRE que, en su infancia anda en sus manos y sus pies, en la edad viril sobre sus dos pies y en su vejez ayudándose de un bastón como si fuera su tercer pie.» 

La Esfinge, furiosa al ver descifrado su enigma, se lanzó desde el peñasco donde se hallaba y se rompió la cabeza contra el fondo del precipicio.

¿Qué nos quiso decir Sófocles con la aventura de Edipo y la Esfinge?

Tal vez que, el héroe mitológico, además de valiente y trágico, era también habilidoso e inteligente.

La Esfinge es enorme, inescrutable, desconocida, angustiante; una personificación de un obstáculo insuperable.

Ante esa crisis inesperada y gigantesca, parecemos impotentes, a menos que, nos paremos a pensar.

Esa es la clave para enfrentar a la Esfinge Trump: pararnos a pensar, descifrar el enigma; pero hoy, los políticos mexicanos, no quieren pararse a pensar; lo de ellos son sus pleitos intestinos, los gritos, las peroratas…

La Esfinge nos devorará…