Aguas: La realidad nos alcanzó

Por Antonio Magaña

¿AHORRAR AGUA SECARÁ EL MAR?

Ese fue el encabezado de hace dos semanas de -EL PIONERO- que dirige César Villalobos.

¿Cuál mar?, nos preguntamos.

El SALTON SEA.

La pregunta viene a raíz de que, algunos agricultores del Valle Imperial, acordaron dejar sin regar, durante varias semanas, los campos de alfalfa a cambio de pagos en efectivo; un programa financiado con fondos federales y diseñado para aliviar la escasez de agua en el Río Colorado. 

De inmediato, se nos vino a la memoria el reportaje que, hace meses, escribió el doctor Grayson Zulaf, de la Universidad de Stanford:

«El acuerdo sobre el Río Colorado (Acta 330) cambiará para siempre el precio de agua en Occidente».

?Por cierto, los agricultores del Valle de Mexicali deben leerlo y poner sus barbas a remojar:

“Se ha fijado un nuevo precio del agua en occidente y es 25 veces más alto que lo que los agricultores han pagado en los últimos 75 años”, escribió Zulaf.

Arizona, Nevada y California – estados de la Cuenca Baja del Río Colorado- acordaron reducir el consumo de agua en un 13 por ciento hasta 2026.

? (México, por lo que le toca de la Cuenca Baja, también lo acordó)

El gobierno federal estadounidense pagará a sus distritos de riego, tribus nativas americanas y ciudades 521 dólares por acre pie que no utilicen.

-El acuerdo-, principio y fin de la agricultura como la conocemos, tiene que ver con los estados del ‘viejo oeste’ de los Estados Unidos que viven del afluente del Colorado.

Pero no solo afecta la agricultura; por cada gota utilizada las industrias, granjas, ranchos, centros de datos, centrales eléctricas; estaciones de esquí y campos de golf, deben determinar si vale la pena usar el agua o evitar utilizarla.

Históricamente, el precio del agua a los agricultores del oeste les había costado -no más de 20 dólares acre pie-, suficiente para cubrir un acre completo de un pie de profundidad.

“No más de 20 dólares”, como prometió la Oficina de Reclamaciones; proviniese de la fuente de donde proviniese; si de un río o un lago; si de un acuífero subterráneo del que hay que bombearla, -el mismo precio-, a pesar de utilizar la enorme infraestructura para entregarla a los agricultores desde embalses detrás las grandes represas.

El agua entregada costaba mucho más; pero estaba subsidiada por los contribuyentes federales.

Ejemplos:

1. El agua para riego en el Valle Imperial costaba al agricultor 20 dólares acre-pie, aunque estuviera almacenada en el Lago Mead y se transportara a través del Todo Americano; megaproyectos pagados por los contribuyentes federales. 

2. En el Distrito de Agua de Westlands, en el Centro California, los contribuyentes subsidian las granjas con 2 mil 200 dólares por acre-pie. Para los agricultores que reciben agua del Proyecto Valle Central, los contribuyentes aportan 416 millones de dólares al año.

Con el nuevo precio del agua «521 dólares acre-pie»; las matemáticas de los usuarios, comenzando por los agricultores, cambiaron.

Los alimentos generaban más de 50 mil millones de dólares anuales en los estados de ‘La Cuenca Baja’, con base en los 20 dólares, prometidos por la oficina de Reclamación.

Con el nuevo acuerdo, en muchos casos, el uso del agua –excede- el valor de no utilizarla.

Lo más cultivado en la Cuenca Baja es la alfalfa. Esta hierva se exporta a todo el mundo y alimenta principalmente vacas.

En el Centro California se vende, (o vendía), a 230 dólares la tonelada. Con tres acres- pie de agua, un acre de alfalfa rendiría seis toneladas de producto.

A 20 dólares por acre- pie de agua, un agricultor gastaría 60 dólares en agua a cambio de mil 380 dólares de alfalfa, dejando mucho dinero para mano de obra, equipo y ganancias.

A 521 dólares acre -pie de agua, paga 3 mil 126 dólares de agua, a cambio de mil 380 dólares de alfalfa, perdiendo más de mil 700 dólares por acre.

Las matemáticas para los otros cultivos no son mejores.

Aunque el acuerdo se extiende hasta 2026, todo indica que el precio del agua ‘llegó para quedarse’.

Y el precio del agua, o EL VALOR DEL USO DEL AGUA, aumentará: debido al calentamiento global, los caudales del Río Colorado ¡se reducirán a la mitad en el 2100!, lo cual hará que los costos actuales no duelan.

Son las nuevas realidades que, de este lado, nos negamos a ver.