Epístola…

Por Jesús Víctor Ferrer C

Estimado Señor Director:

La PROFECO como es conocida popularmente la Procuraduría Federal del Consumidor, nació como un organismo descentralizado de servicio social, a raíz de la publicación de la Ley Federal de Protección al Consumidor, el 01 de febrero de 1977 en el Diario Oficial de la Federación, donde en su articulado se especifica que esa dependencia es la encargada de defender los derechos de los consumidores; prevenir abusos y garantizar relaciones de consumo justas, pero desafortunadamente con el paso del tiempo todo eso se perdió.

Hasta hace alrededor de 4 años, en Mexicali existía una delegación de la mencionada procuraduría en uno de los locales del palacio federal de la capital del estado de Baja California.

Sin embargo, a raíz de las mal aplicadas políticas de austeridad implementadas en el sexenio anterior, se decidió concentrar en la ciudad de Tijuana, Baja California, las tareas que desempeñaba en cinco oficinas establecidas de esa institución, en un radio que abarca desde Sonoyta, Sonora, hasta el límite territorial con Baja California sur.

Es decir, para que un ciudadano presente una queja en Tijuana, Baja California, si vive en Sonoyta, tiene que viajar 444 kilómetros distancia que se recorre entre 5:30 y 6 horas siempre y cuando en el trayecto no se atraviesen miembros del crimen organizado, que normalmente hacen de las suyas en esa carretera o en su defecto a Hermosillo Sonora que está a 426 kilómetros empleando también alrededor de 5 horas para llegar a ese destino.

Pero si vive en el sur de la península bajacaliforniana, viajará desde el paralelo 28 a Tijuana, 710 kilómetros, distancia que se recorre en aproximadamente 14 horas.

Estoy hablando solamente del tiempo de recorrido por carretera lo que implica perder cuando menos un día de trabajo, más gasolina en caso de viajar en carro particular los viáticos de comida o en su caso hasta de hospedaje por la distancia existente entre esos dos puntos.

Las denuncias o quejas que se interponen en la PROFECO básicamente se originan cuando un proveedor no cumple con lo pactado. Pongamos el ejemplo de las compañías de teléfono celular qué hacen algún cobro indebido por el orden de mil pesos:….¿cuánto va a gastar usted para trasladarse de un punto de los que estoy señalando a la ciudad de Tijuana para presentar su escrito inicial reclamando mil pesos?

Debemos tomar en consideración que se va a derivar una nueva fecha para la audiencia de conciliación lo que representa 2 viajes de ida y vuelta, pero si usted va a reclamar exclusivamente mil pesos ¿vale la pena el viaje?

Mexicali padece en la temporada de verano los llamados “recibos locos” que presenta la CFE por el consumo, en donde hay casos sin exagerar, que facturan hasta por 50,000 pesos por un mes y tienen que viajar 165 kilómetros para presentar su queja, así como muchos casos de personas  que llevan su carro a reparar y el mecánico le hace un mal trabajo o no le puso las refacciones nuevas que prometió y siguió con el mismo problema en su vehículo y lo quiere demandar por una cantidad de 5,000 pesos, ¿va a perder un día de trabajo y sufragar los gastos del viaje, sin tener la seguridad de que recuperarán esa suma?

O en mi caso que son 7 las ocasiones que he tenido que viajar de Mexicali a Tijuana para que al llegar a la oficina delegacional de la PROFECO me digan que no ha sido posible citar a la parte demandada en virtud de que el expediente que va en una supuesta valija, no llegó a tiempo en un lapso de 2 meses a la Ciudad de México, para remitirla a su vez a Cancún que es donde está el domicilio oficial de la parte que estoy demandando, cuando por los avances tecnológicos que tenemos, se puede hacer una notificación de un expediente completo, sin importar el número de fojas útiles en el mismo instante en que se está llevando a cabo la diligencia en una ciudad o en otra.

Adicionalmente si por alguna causa como consumidor no me presento el día y hora señalados para mi audiencia, el asunto se archiva sin importar que haya efectuado con anterioridad 7 viajes sin ningún resultado.

Eso da pie a que se presuma, qué puede haber un contubernio entre empleados o funcionarios de la PROFECO para desesperar a la persona quejosa y en lugar de ser una institución cuya misión es la defensa del consumidor se ha convertido por estos hechos que detallo, en defensa del proveedor o sea de quienes nos están causando un daño patrimonial.

Una persona que gana el equivalente a 2 o 3 salarios mínimos ¿va a gastar miles de pesos en el traslado de su lugar de residencia para reclamar una cantidad que incluso puede ser menor al gasto efectuado?

Se supone que esa institución se creó para proteger a los sectores más desamparados, pero al cerrar las oficinas receptoras o delegacionales en ciudades y puntos tan distantes a donde quedó concentrada la operación de esa dependencia, hace nugatorio el reclamo de justicia para un consumidor normal, con el consiguiente beneplácito de los propietarios de negocios que saben las dificultades que enfrenta el quejoso, por lo que seguirá reinando la corrupción y la impunidad.

El gobierno federal anuncia para el próximo año una reestructuración en las dependencias federales, así que sería muy conveniente que algún representante popular les hiciera ver que se olviden de los ahorros malentendidos que perjudican gravemente la economía de quienes se ven perjudicados por los abusos que grandes y pequeños comerciantes y prestadores de servicio perpetran en su contra.

No es posible que siendo Mexicali capital del estado de baja California no tenga una oficina donde puedan presentar sus quejas o que de Sonoyta tengan que transportarse a Tijuana o Hermosillo para presentar una queja

Los diputados federales deberían de hacer algo al respecto, revisando la ley de la materia en el tema referente al procedimiento, porque no es posible que en estos tiempos no se aprovechen las facilidades que los medios tecnológicos nos pueden dar, para hacer instantáneamente cualquier tipo de trámite, como ya se ha implementado en muchas de las dependencias federales y no en citas presenciales para los quejosos que pudieran hacerlo virtualmente.

Un saludo

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