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EU, culpable de lo que pasa en Sinaloa

Por  Armando Ríos Ruiz › tabloiderevista.com

La captura de ’El Mayo’ Zambada por Estados Unidos y los reclamos airados y descompuestos del Presidente, por no haber sido avisado absolutamente de nada, ni antes ni ahora, es el reflejo de la enorme desconfianza de aquel país a su gobierno, causado por todas las evidencias de su protección a los líderes del crimen. ¿Cuánto les debe que no ha reparado inclusive en hacerles una defensa a ultranza, aunque con ello deje una estela de indicios de su relación con ellos?

Se atrevió inclusive a culpar a los vecinos de lo que ocurre en Sinaloa, en donde un día sí y otros también se enfrentan los bandos de los ’Chapitos’ y los descendientes de ’El Mayo’, por considerar los últimos que el gran jefe fue traicionado y entregado a las autoridades del norte, lo que trajo como consecuencia un rompimiento absoluto.

El general Francisco Jesús Leana Ojeda, encargado de la seguridad del estado norteño, hizo una desafortunada declaración, seguramente traicionado por su memoria. Dijo que la tranquilidad volvería cuando los grupos en pugna dejen de pelear. Un intento de traducción del lenguaje de su conciencia, lleva a pensar que tiene órdenes del jefe de las fuerzas armadas de México, de no perseguir a esos delincuentes.

Él está allá para otras cosas.

Y en última instancia, la reacción del gobierno vecino parece obedecer a la nula respuesta del mexicano, ante las reiteradas peticiones de detener a los grandes capos que se encargan de enviar fentanilo a sus habitantes, que causa un promedio de 100 mil muertes al año, mientras nuestras autoridades se mantienen cruzadas de brazos e inclusive se han dado el lujo de ordenar la libertad de uno de los chapitos, aun cuando ya había sido detenido.

¿Cómo avisar a México de sus particulares planes de evitar esas muertes y del trasiego de la letal droga? Se antoja pensar que, de haber informado sus planes, ’El Mayo’, a quien el Presidente llama señor Ismael o señor Zambada, cada vez que lo cita, seguramente ya estaría muy lejos de México, en cualquier país del mundo, lo más alejado del radar de los vecinos del norte.

Lo que hicieron las autoridades de Estados Unidos, fue simplemente el trabajo que aquí se han negado a hacer durante muchos años, inclusive sexenios, todos los presidentes que han precedido al actual y cuya tradición continúa ‘este, muy a pesar de denostar diariamente, no a todos, sino al que considera le robó el triunfo en el 21026, o a Felipe Calderón.

Investigaciones periodísticas han revelado con el paso del tiempo ser precisas. ’El Mayo’ supo comprar conciencias, inclusive las de los políticos cruzados con la banda presidencial, a quienes daba órdenes. En Estados Unidos saben lo anterior y eso es motivo más que suficiente para tener dudas sobre el presente, cuando se ha visitado bastante, sin ningún recato, la sierra de Sinaloa.

Al embajador Ken Salazar no le quedó más remedio que decir muy amablemente, que lo que ocurre en Sinaloa no es culpa del país que representa. Obviamente que tiene razón, porque lo que ocurre en ese estado es lo mismo que ocurre en todo el territorio nacional respecto al desbordamiento de las bandas que se dedican al narcotráfico, amparadas ahora con una frasecita que pudiera antojarse hasta inocente: abrazos, no balazos. Pero con alcances muy nocivos.

Su resonancia entre los criminales ha llegado a tal nivel, que crecieron como la espuma y causa un efecto de impunidad sin precedentes. Hoy es Sinaloa un polvorín que afecta a toda la población civil pacífica e inerme, a merced de una bala perdida. Que está muerta de miedo, sin que alguna autoridad se atreva a ponerla a salvo, porque para eso no hay permiso.

Al contrario… Mañana puede ser cualquiera otro estado. Guerrero. Veracruz. Tamaulipas. Quién sabe.

Mientras, el Presidente continúa solicitando a Estados Unidos informes de la detención o entrega o traición, en cuanto al asunto del capo de capos que pudo capturar la atención y el reconocimiento de todas las autoridades mexicanas.

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