Aguarda
Por Gladys Villalobos*
“Quién elige el camino del corazón, no se equivoca nunca” Popol Vuh, el Libro Sagrado de los Mayas.
Escoger un camino significa abandonar otros, al menos por un tiempo o de forma definitiva ¿Qué hubiera pasado si aquella vez hubiera tomado una decisión diferente? Dicen que él hubiera no existe, tal vez solo en nuestra mente en su estado atormentado.
En la vida hay veces en las que nuestros caminos se bifurcan. De pronto tenemos antes nuestros ojos distintas direcciones a escoger. Es momento de elegir. Tomar una decisión. Decidir significa renunciar. Cada vez que escogemos un camino, abandonamos otros. Se queda atrás otra posibilidad sin explorar. A veces de forma permanente, otras temporales. Eventualmente puede apoderarse de nosotros la campanita de la duda ¿Habremos tomado la decisión correcta?
Cada vez que tomamos una decisión nos reafirmamos en nuestra voluntad de ser libres. Decidir es tomar responsabilidad de nosotros y de nuestras vidas. El no escoger también es una decisión. Lo interesante es asumir con responsabilidad, que el no hacerlo implica ceder nuestra libertad a alguien más.
“Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve” dice Susana Tamaro en su libro “Donde el corazón te lleve”.
Sentir con convicción que cada camino es el camino verdadero y adecuado para nosotros en ese momento de la vida, incluso cuando nos hemos equivocado, nos ayuda a entender que el error también nos enseña. Cuando nuestro ser, el instinto o los hechos nos indiquen que dejo de ser la decisión correcta, será el momento de cambiar.
En ocasiones nos sostenemos en una decisión por vanidad, orgullo, presión social, por no ceder, por no dar marcha atrás. La vida cambia y nosotros con ella ¿por qué no habrían de cambiar nuestros deseos, nuestras necesidades, nuestros gustos y con ello nuestras decisiones? Si hay algo cierto y seguro es la impermanencia. Lo único constante es el cambio.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/
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