Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

Un fin común

Por Gladys Vilallobos*

“En silencio y en auto observación, uno comienza a reconocer la falsedad de la personalidad y su charla. Uno comienza a moverse más y más profundamente dentro del propio ser”, Stuart Wilde, autor británico.

En los últimos días ha permanecido en mi mente el tema de la auto observación, de la autoexploración. ¿Podemos tomar una distancia suficiente de nosotros mismos como para auto observarnos? En esa distancia ¿en dónde le restamos protagonismo al ego e introducimos la objetividad?  

Me recuerda cuando necesitas alejarte un texto para lograr ver con claridad las letras pequeñas o cuando en un museo hay una obra de arte tan grande que necesitas alejarte unos pasos para lograr apreciarla y definir si te gusta o no.  Cuando necesitamos poner tierra de por medio para reconstruir, para reconstruirnos.

En ocasiones cuando me llega la ambivalencia en una decisión o para apreciar una situación que me cuesta trabajo contextualizar, ya sea mía o de otra persona, recurro al verme “desde fuera”, abstraerme de la historia. Desasociarme, ser una espectadora de mí, desapegarme ¿Me gusta lo que veo o no? ¿quiero convivir con esa persona? ¿veo a una mujer en su equilibrio o víctima de la vida?  ¿qué le diría a esa mujer? ¿qué me inspira?  

Puede ser agradable o no darnos cuenta de nuestra realidad, pero a la vez, descubrimos que hay situaciones más sencillas o irrelevantes, complejas o trascendentales de lo que apreciamos en nuestros zapatos.

¿Para qué más nos sirve la auto observación? Para hacernos responsable de nuestra historia, de nuestra trayectoria, con sus bondades y sus consecuencias. Como nos dice Wilde, para reconocer la falsedad en nuestra personalidad, la falsedad que nos mueve, esa falsa postura que en ocasiones asumimos para no reconocer nuestra obscuridad. ¿Alguna vez te han tildado de ser la mala del cuento por haber tenido la osadía de pedir el pago a alguien que te debe algo, entiéndase dinero, un acuerdo, un compromiso, tiempo ofrecido…? Más o menos de eso se trata la falsedad, la falsa integridad.

En un sentido, la observación y la exploración de uno mismo tienen entre otros, un fin común. El saber más de nosotros, a detalle, conocernos y reconocernos. Siendo nosotros mismos el territorio más desconocido en ocasiones.

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo. 

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ 

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