Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Entre la espada y la pared

Productores agrícolas del valle de Mexicali, en especial los cultivadores de trigo, se encuentran entre la espada y la pared, porque primero son apachados por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda y por la alcaldesa Norma Alicia Bustamante Martínez y luego olvidados.

Hasta donde se sabe, no todos los productores de trigo en el ciclo 2022/2023 han recibido el pago de los 200 pesos del estado y los 100 del Ayuntamiento, pero, además, muchos se han quedado colgados de la brocha, al no materializarse los créditos de financieras y compradores, hasta hoy fantasmas.  

Porque fantasmas, porque aduciendo posibles presiones y obstáculos de los tradicionales financieros y compradores, han decidido mantener en secreto las razones sociales y solo se sabe que el comprador es una empresa italiana y se desconoce origen del financiero.

Las versiones de quienes son enlaces de esos fantasmas aseguran que al tiempo del financiamiento se firmaran contratos de compra, con precios remuneradores que les permitirán tener utilidades, siempre y cuando levanten cosecha sobre el promedio o menor ingreso si están en ese rango general.

Sin embargo, el tiempo pasa y la agricultura es una actividad que depende de fechas y de condiciones climatológicas, aun cuando en el caso de los tiempos, las siembras de trigo se han hecho, con reconocimiento oficial, al 10 de enero y hasta más, porque la autoridad es complaciente, o no hay.   

El problema de la autoridad es que al autorizar siembras fuera de las fechas optimas, esta orillando a los productores a correr un riesgo mayor, que lo justifican bajo el argumento de inversión en preparación y otras labores previas al depósito de la semilla o riego.  

De acuerdo con datos oficiales, de las 39 mil hectáreas programadas para trigo en el ciclo 2023/2024, solo hay sembradas alrededor de 19 mil, más las que se incluyan con la ampliación de la fecha, siempre y cuando se les autoricen créditos y se les hagan las ministraciones de dinero, a quienes tienen tierra preparada, para la compra de fertilizante, semilla y el servicio de agua para riego. 

Se quejan del poco interés, que las huestes de Juanito, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de BC, ponen para atender la necesidad de un acercamiento con las empresas locales, tanto para el financiamiento como para la comercialización.

Ah, pero antes de la cosecha, los aspirantes a cargos de elección popular, desde munícipes, hasta senadores, pasando por candidatos a diputaciones locales y federales, ofrecerán a lo trigueros el “oro y el moro”, como han acostumbrado hacerlo.  

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