Por Guadalupe Villalobos Guerrero
En muchas conversaciones con jóvenes, es común escuchar frases como «la política y los políticos son basura, no me interesa». Sin embargo, es crucial que los jóvenes comprendan que esos «basureros», como algunos los llaman, son los encargados de crear las leyes que moldearán nuestro futuro, gobernando el destino de nuestras vidas.
Imagina por un momento que, en lugar de relegar la política, nos convirtiéramos en «pepenadores» de la sociedad, separando cuidadosamente lo que es utilizable o reciclable de lo que no lo es. ¿Qué pasaría si clasificáramos las acciones de los políticos de la misma manera? Aquellas que pueden beneficiarnos o perjudicarnos, aquellas que sirven como abono para el crecimiento y desarrollo, y aquellas que simplemente deben ser rechazadas.
En América Latina, nos encontramos en una encrucijada con gobiernos populistas, ya sea de derecha o izquierda, que han recortado libertades y aumentado las desigualdades económicas. Es el momento de tomar acción. La gráfica del INEGI en México muestra que los jóvenes son los que menos votan, pero este dato no puede ser un simple hecho estadístico. Debe ser un llamado a la acción, una advertencia de que el hoy es de ustedes, los jóvenes, y el mañana será para sus hijos.
Los políticos pueden no ser perfectos, pero al relegar la política, perdemos la oportunidad de influir en nuestro propio destino. No se trata de conformarse con lo que tenemos, sino de participar activamente en la creación de un futuro mejor. Cada voto cuenta, cada opinión importa y cada acción contribuye al cambio.
No dejemos que la apatía política nos robe la oportunidad de construir una sociedad más justa. La democracia nos brinda la herramienta del voto, y es nuestra responsabilidad utilizarla sabiamente. Al participar en el proceso político, no solo estamos ejerciendo nuestros derechos, sino que también estamos sembrando las semillas para un futuro más prometedor.
Así que, jóvenes, levántense y hagan escuchar su voz. Conviértanse en agentes activos del cambio, porque el futuro les pertenece. La política puede ser un camino complicado, pero es nuestro deber transformarlo en un sendero hacia la justicia, la equidad y el progreso. Es momento de ser protagonistas de nuestra propia historia. ¡Despierta joven, tu voz es la clave para un futuro mejor!
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