Macalpin pierde candidatura y se disgusta

Por Alfredo Azcarate Varela

THE BAJA POST/EDITOR

Usar un espacio informativo “periodístico”, para atacar y promover agendas personales desde medios de comunicación, es una práctica sucia y anti-ética, eso es lo que el famoso “Macalpin” empezó a hacer desde el momento en que se manejó que la candidatura para Alcalde de Mexicali se inclinara hacia Netza Jáuregui, haciendo pedazos el sueño y la ilusión del comediante informativo.

Alguna vez, desde su autoindulgente estilo de sarcasmo, llamó “vaquetón” a Jaime Dávila Galván, quien ha hecho varios meritorios intentos de candiaturas, en un intento de hacer una broma a las costillas de Dávila, quien le exigió respeto al joven astro televisivo.

El famoso personaje, que adorna anuncios espectaculares y se presenta ante políticos y empresarios como el “periodista” en cuestión, quien ha sido arropado y protegido por la Gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda, con quien hace transmisiones  en vivo, pequeños spots de comedia, lo cual lo empodera y lo hace sentir muy “fuerte”.

Navegar con bandera de “periodista” y llegando a  oficinas de Gobierno para venderse como alguien que “puede hacer mucho ruido” y lamentablemente parar el oficio periodístico, el público ha caído en la trampa de Macalpin, que les hace creer que los informa y solamente hace bromitas simplonas.

Desconoce los temas, con su “charm” capta la atención del público y les “vende” la idea de que es muy poderoso, que su penetración entre el público lo empodera como el “periodista con más rating” pero ignora el trabajo periodístico, lo cual le da más mérito porque logra convencer a lal gente.

Alguien le metió la idea en la cabeza de que podría ser candidato a Presidente Municipal de Mexicali, demostrando su ingenuidad e ignorancia política, cuando se anunció que Netza Jáuregui sería el candidato, Macalpin enfureció y dedicó su programa a atacar, con sus repetitivos y rutinarios “comentarios ingeniosos” al ex Secretario de Bienestar.

Eso sucede cuando te inflan el ego al grado que te crees tantas cosas como la absurdo idea de que alguien con el bagaje y los rezagos políticos del joven astro televisivo cachanilla, que como un Ícaro del desierto ha volado tan alto y tan cerca del sol que se ha empezado a derretir la cera de sus alas.

Hay quienes, desde el Gobierno o en su programa, le hicieron creer que podía ser candidato, es una muestra de inocencia e ignorancia, pero el hecho de creer que tiene con qué gobernar, que sabe algo de administración pública, es simplemente una muestra de que tanto él como la gente que lo acompaña en su programa, han perdido el piso.