Hipocresía
Por Felipe Sánchez Cruz
EN LAS REDES, ahora que han arrancado las campañas presidenciales (en política no existe el PRE), hay una reflexión interesante y se refiere a la hipocresía.
AL BENJAMÍN de los precandidatos, SAMUEL GARCÍA, lo han comenzado a atacar, sobre todo desde la alianza opositora, todo parece indicar que EN el frente conformado por el PRI-PAN-PRD, SÍ están leyendo la posibilidad real de que el neoleonés remonte y pueda repetir (solo que ahora a escala nacional) el fenómeno (en su demarcación estatal), cuando era el aspirante al gobierno de Nuevo León; de ser el candidato con menos posibilidades de ganar, pasó a superar a todos los miembros de la vieja clase política y de colmillo retorcido, hasta el grado de ganar en las urnas el gobierno de su estado, gracias al manejo, que con tanta naturalidad, hace de las redes sociales, sobre todo, Instagram.
POR ESO, de las redes, el benjamín y su esposa, MARIANA RODRIGUEZ (la que verdaderamente es el alma de la campaña naranja), sacarán la ventaja que requieren para dar un giro al posicionamiento electoral.
LES DECÍA de la reflexión, porque lejos del mito del candidato “austero”, sin aspiraciones económicas, que condena la riqueza, el benjamín se está moviendo desde el lado contrario y están reconociendo sus seguidores, como un punto positivo, el que SAMUEL GARCÍA y MARIANA RODRIGUEZ, sean personas adineradas.
¿A poco CLAUDIA (SHEINBAUM) NO posee un buen nivel económico? Inquieren en una “cápsula” de TikTok. Recuerden cómo en las redes sociales, la vergüenza de los judíos CLAUDIA SHEINBAUM, ha mostrado con un alto grado de hipocresía, hasta en tono “mustio”, el “MODESTO” y pequeño departamento RENTADO en el que vive en TLALPAN, en la CDMX.
ESA ACTITUD de mostrarse como una ciudadana de “apretada” vida económica, en edificios multifamiliares, es la mayor muestra del cinismo e hipocresía, para una mujer que se dice científica (pero vividora de cargos públicos), dejando claro el mensaje de que poseer riqueza es algo malo.
Lo que es totalmente errado, al contrario, lo único malo, es cuando esa riqueza es mal habida, como ocurre con los multimillonarios políticos, que quieren ocultar su riqueza porque no pueden explicar la manera en que, con sus sueldos, pudieron comprarse, por ejemplo, una “casa blanca”, o peor aún, como el hijo de un político que sin probar una actividad económica exitosa, puedan pagar los lujos de una “casa gris” y en un país del primer mundo.
EL BENJAMÍN, en cambio, “NO se quiere ver humilde (…) buscando que con eso lo aprueben” NO se viste con ropa alusiva al indigenismo, no se centra en fotografiarse al lado de los humildes.
GARCÍA, se muestra como lo que es (dice la reflexión); un muchacho adinerado, (lo dice en otras palabras que no estilo emplear) que puede gobernar un estado y un país.
Esta es la gran diferencia de SAMUEL GARCÍA, quien no muestra FALSA humildad, NI “la hipocresía de decir yo soy pueblo”.
EL ASPIRANTE presidencial neoleonés, NO pretende ser algo que no es, lo que NO significa que NO pueda buscar la presidencia de la República, NI TAMPOCO que NO se interese por el país.
En fin, en las filas de los más jóvenes votantes (que no son pocos) comienza a sonar fuerte su nombre y a ser bien recibida su actitud.
LA VIEJA CLASE política, trasvasada ya a MORENA, sigue apostándole al acarreo, a las plazas públicas arremolinadas, pero ojo, con la llegada de la internet, (en femenino porque es UNA red) las cosas podrían ser diferentes y hay quien lo ha leído de manera correcta.
EN LOS HECHOS solo gente con visión empresarial como XÓCHITL GÁLVEZ, o quien lee perfectamente la importancia de la inversión privada como SAMUEL GARCÍA son los que podrían cambiar al país, éste último asegura haber atraído en sus primeros dos años como gobernador 42 billones de dólares de inversión extranjera a su entidad (no olvidemos que está, en puerta la llegada de la planta de autos eléctricos más grande de Tesla a Nuevo León, lo que –una vez superada la pausa en la que ha entrado la inversión– dará cambios notorios a la economía del estado norteño, sino pregunten a los poblanos lo que significó la llegada de Volkswagen a mediados de los años 60 del siglo pasado)
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por Felipe Sánchez
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