Engaña a tu cerebro
Por Gladys Villalobos*
“Un hábito no puede ser lanzado por la ventana, debe bajar por las escaleras paso a paso” Mark Twain.
Considerando que toda meta se alcanza con dedicación y constancia, es fundamental construir el hábito, los hábitos que nos lleven a esa meta o propósito. En semanas anteriores les compartí algunas ideas y mi manera de como dar continuidad y concretar mis metas, deseos, anhelos. Me acompaño de una agenda, planeo por semana, por mes. Todo lo escribo a mano. Anoto mis actividades y compromisos, ideas nuevas que llegan a mí. Celebro mis avances y me otorgo recompensas. Me veo ahí, en el encuentro de todo aquello que es para mi bien.
Dejando a un lado esos hábitos con los cuales ya contamos, aquellos que aún carecemos, los que deseamos integrar y los que sabemos tenemos que erradicar, deseo mencionar dos hábitos que considero valiosos, benéficos y que nos aligeran nuestra cotidianidad: respirar y sonreír.
Respira. Incorpora la respiración consciente a tu vida. Aprende a pausar y a respirar. A detenerte un momento y darte el regalo de la respiración ¿Cuántos momentos arrebatados, hostiles, lamentables se podrían evitar con una pausa para respirar? Cuando respiras profundamente, tu cuerpo envía un mensaje a tu cerebro de calma y relajación. Los estudios sobre los beneficios de la respiración en el cuerpo y la mente son innumerables. Al despertar, en la espera del semáforo, en la sobremesa, antes de dormir. Un minuto, poco a poco. Notarás sus beneficios.
¡Engaña a tu cerebro y sonríe, aunque no te apetezca! La escritora Elsa Punset nos recuerda que el cuerpo y la mente trabajan juntos. Si tienes un pensamiento triste se traduce en una postura corporal determinada y también al revés. Si sonríes, tu cerebro cree que estás feliz y empieza a producir hormonas de felicidad.
Incorpora en tu día a día un par de sonrisas, algunas para ti. Frente al espejo, cuando te peines, te maquilles o al terminar de lavarte los dientes. “Lleva la comisura de tus labios hacia tus orejas” les digo a mis alumnos momentos antes de finalizar nuestra clase de yoga . Traducción, sonríe.
Prueba este ejercicio: Busca un lápiz, sujétalo horizontalmente con los dientes como si estuvieses sonriendo. Intenta mantener el lápiz 15 segundos para que el cerebro genere dopamina ¿Cómo te fue? Repite cuantas veces sea necesario.
Con estos dos hábitos que te sugiero por supuesto no te aseguro que alcanzaras tus metas. Lo que si te puedo decir es que harán tu cotidianidad más ligera y amable. Tu cuerpo, tu mente, tu salud y quienes te rodean te lo agradecerán.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.
*Gladys Villalobos. Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación y Bienestar, Redactora de Contenidos. Mi blog: www.gladysvillalobos.wordpress.com/
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