Relación entre el cáncer y las emociones

Por Rosa Chávez Cárdenas

Octubre es el mes de la concientización del cáncer de mama y el de próstata en los hombres. El objetivo es sensibilizar a la población de la importancia de la detección en las primeras etapas. El cáncer es democrático afecta a ricos y a los pobres, es la segunda causa de muerte en el mundo. Entiendo que se trata de concientizar para que realicen estudios en laboratorios clínicos, pero la publicidad también está encaminada a los negocios, ofrecen descuentos, pero incrementan sus ganancias. No me rindo, a pesar de que afirman que no hay manera de prevenirlo. Los estados emocionales son el elemento clave en el desarrollo de las enfermedades mentales. La relación entre el cáncer y las emociones ha sido investigada dese varios enfoques. El cáncer no solo es un problema físico sino también de la persona en todas sus dimensiones. La enfermedad es la manifestación de procesos psicosomáticos ocultos que pueden fueron engendrados por varias dificultades psicológicas y sociales.          

Los estados psicoemocionales son el elemento clave en el desarrollo de las enfermedades mentales y físicas. El perfil psicológico de la víctima ha sido investigado, a pesar de que la mayoría de los médicos y las víctimas no le dan importancia. La víctima presenta sentimientos de aislamiento, abandono, desesperación, frustración, carencia de relaciones interpersonales cercanas, pérdida de alguna relación de dependencia afectiva, carencia de expresión de sentimientos cuando se sienten heridas, enojadas y reprimen agresiones. Como personas obedientes siguen con la creencia de ser obedientes, educadas y lo más nocivo calladitas se ven más bonitas.  

Llama la atención la cantidad de mujeres con trastorno de codependencia. Su historia es similar entre ellas, son hijas de padres o madres alcohólicas, sufrieron violencia, abuso sexual, abandono y se acostumbraron al sufrimiento, crecieron con un yo débil, se muestran inseguras y con baja autoestima. Eligen de manera inconsciente hombres o mujeres con cierto parecido con su padre o madre que los maltrató. Tienen un nivel alto de tolerancia al sufrimiento, se conforman con creer que tienen una familia. También es cierto que algunas de estas mujeres cuando acuden a terapia o a grupos de autoayuda cansadas del sufrimiento superan su historia y son ejemplo de empresarias independientes, muestran un gran deseo de superación, se convierten en la madre que no tuvieron y se esfuerzan por darles preparación universitaria a sus hijos, superan su historia y se libran de los trastornos psicosomáticos. 

Otro tema que me preocupa y es necesario que lo identifiquen en su familia es la Profecía autocumplidora. Un supuesto incluido en las creencias que se comparten en el inconsciente colectivo. Para los tratamientos biomédicos el cáncer es una enfermedad con factor genético. Pero esto no es del todo cierto, lo que hacen es imitar los modelos de familia: reprimir las emociones, trabajar de manera excesiva en búsqueda de reconocimiento. Que quede claro, el estrés es uno de los principales factores de las enfermedades en los tiempos modernos. En la historia clínica lo primero que preguntan son los antecedentes familiares, las enfermedades que han padecido en la familia como la diabetes. En la familia González los dos médicos fallecieron de cáncer. La hermana me comentó: “en la familia el cáncer lo heredan los hombres, mi padre, mi tío, mi abuelo, fallecieron de cáncer” Esa creencia es un ejemplo de profecía autocumplidora. En la familia Fernández, sucede la misma profecía autocumplidora, la abuela, la, la tía, y dos de las hermanas han fallecido de cáncer. El médico le sugirió a la más joven que, para evitar el cáncer llevara a cabo una mastectomía. En el lenguaje popular la sugerencia es: no llores antes de que te peguen y no abras el paraguas antes de la lluvia. Lo recomendable desde la psicología es someterse a un proceso terapéutico para descubrir los modelos de familia: los secretos, las culpas, los trastornos psicoemocionales y los comportamientos obsesivos compulsivos, sin dejar de lado factores insanos como el tabaquismo, alcoholismo, la alimentación sin nutrientes, la falta de sueño reparador, la perdida de libido (el deseo sexual) y vivir en conflicto.

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Dolor y Dra. Rosa Chávez

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