¡La seguridad es de todos!, lo hemos escuchado una infinidad de veces en la narrativa de nuestros gobernantes y representantes populares
Por Jorge Heras *
¡La seguridad es de todos!, lo hemos escuchado una infinidad de veces en la narrativa de nuestros gobernantes y representantes populares, pues resulta más fácil no asumir la responsabilidad constitucional que tiene el Estado (gobierno) para implementar una estrategia o plan de seguridad pública encaminada a salvaguardar la seguridad de los ciudadanos y ciudadanas. Por eso es más sencillo para la autoridad recargar los asuntos de seguridad pública en toda la sociedad y ser omiso en la obligación que tienen de dotarnos de tranquilidad.
Curiosamente todos y todas quieren ser gobernantes, pero cuando les cuestionas por su proyecto de gobierno o su esquema de trabajo en materia de seguridad se quedan en blanco y no pasan de que van a tener coordinación con todos los órdenes de gobierno. Ya usted lo volverá a ver en el proceso electoral del 2024.
La capital del Estado tiene una particularidad muy peculiar: la disociación entre los cachanillas que viven en el Valle con quienes residen en la ciudad. Como si se tratase de dos Mexicali. A los de la ciudad no les importa lo que pasa en el Valle y viceversa.
Esta extraña relación también impacta en nuestras autoridades al momento de diseñar políticas públicas y dotar de servicios al Valle. Tenemos diputada federal, diputado local y regidoras que son del Valle y además que representan ese distrito, pero curiosamente no han realizado una reunión en conjunto, ni mesas de trabajo, ni mucho menos un proyecto o política en favor del Valle, vaya, ni siquiera mantienen una relación estrecha con la alcaldesa o la gobernadora para atender las problemáticas duras de esta zona agrícola. No colaboran con la Dirección de Seguridad Pública o la Fuerza Estatal para dotar o gestionar mayor recurso público, pero eso sí piden escoltas y atención especial.
Desde la década de los 70’s, las células del crimen organizado se adueñaron de las brechas y terrenos que colindan con San Luis Río Colorado y cada vez se reestructuran mejor desde el Kilómetro 43 y Estación Coahuila hasta el Ejido Chiapas. El control de los traficantes de droga era cada vez más notorio con apellidos harto conocidos y la influencia de grupos criminales de Sinaloa y Sonora que convirtieron al Valle en su centro de operaciones, resguardo de droga y armas y el trampolín para conectarse con California.
Hoy, en el Valle de Mexicali la realidad supera todas esas historias que se venden como pan caliente en series de Netflix gracias a la narcocultura.
Lo vivido este fin de semana con los enfrentamientos a balazos entre células del mismo cártel y con la policía municipal en el Ejido México y Ejido Colima es un escenario que nos debería poner en alerta roja. Las estadísticas le son favorables al Gobierno Municipal con 100 asesinatos en lo que va del año con una reducción del 43% en comparación del 2022 que a estas alturas ya llevábamos 172 homicidios. El 30% de las muertes violentas se cometieron en el Valle, la mitad del centenar de asesinatos fueron con arma de fuego. Pero, el escenario es harto complicado y nuestros representantes populares ya lo normalizaron.
En el Valle, la Policía Municipal ha realizado toda la chamba. Es de resaltar y analizar (espero que lo hagan en las mesas de seguridad) que la presencia de la Secretaría de Seguridad y la Guardia Nacional es casi nula, salvo por algunas detenciones y decomisos insignificantes. Obviamente es notoria la falta de coordinación, pero ya el grado de cinismo es que ni siquiera atienden el llamado de la municipal cuando radian hechos como los de este fin de semana.
El Gobierno de AMLO y los morenistas han priorizado el uso de la fuerza como medio principal para mantener o recuperar la paz en el país y en BC. Sin embargo, no han trastocado los problemas estructurales de la sociedad ni siquiera han contenido la operación de los grupos del crimen organizado que operan libremente en el Valle.
Se calentó el rancho y nadie se responsabiliza, porque pues “la seguridad somos todos”.
**REFLEXIÓN EN VOZ ALTA: Así como fue removido Rigoberto Boyd por las denuncias por corrupción en el contrato del Comunder, ¿también será removido el titular de Juventudes, Francisco Molina por el uso de camiones del Comunder para el mitin político de Adán Augusto en el Centro Histórico de Mexicali?
**FIASCO SEMANAL: La terna de la Gobernadora para el Fiscal Anticorrupción que se definirá este martes en sesión del Congreso. Ni Hortensia Noriega, ni Javier Salas y mucho menos Atalo Machado tienen credenciales o trabajo sobre delitos a servidores públicos. Prácticamente acomodaron las piezas para que siga inoperante una Fiscalía Especializada que en estos tiempos tendría que ser prioritaria.
*- El autor es periodista de Baja California. *https://www.elimparcial.com/
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