¡Te abrazo 2023!
Por Gladys Villalbos*
En días pasados me regale la oportunidad de presenciar momentos de vida que descubro me otorgan gozo genuino: el encuentro de seres queridos, propios o ajenos, conocidos o desconocidos. Con motivo del regreso de Luis a México, quien vivió en India por motivos académicos durante dos meses, llegue al aeropuerto de la Ciudad de México con el tiempo suficiente para sentarme y observar el encuentro entre quienes arribaban y quienes esperaban por ellos. Así como te prepararas para ver una película que te gusta o aquella de amplia recomendación.
Mexicanos, extranjeros, niños, adolescentes, abuelos, padres, todos los estilos, diversas personalidades, con globos, con flores, con un celular en la mano, con los brazos cruzados, de pie, en solitario o en grupo, el 95% con una reacción en común: un abrazo de bienvenida. Abrir los brazos y dejarse fundir por la mutua felicidad. El 5% restante respondían a un apretón de mano y provenía de esas personas que esperan a una persona del que solo conocen su nombre por estar escrito en un letrero que sujetan.
Confirmo que, en mi vivir y percibir, las emociones nos trascienden, que el gozo y felicidad de otro ser humano puede tener un hermoso efecto positivo en los demás y que permitirnos ser y sentir es un regalo que nos conecta con nuestra humanidad y humildad. No escatimar ni hacer caso a esas frases comunes de contención a expresar una emoción de felicidad, de gozo, de algarabía como sinónimo de “madurez”. Nuestra vida es la suma de momentos. Así que para cuando Luis salió a la sala de arribos, yo ya estaba gloriosa de emoción y corrí a abrazarlo. Qué bonito se siente que nada te importe.
Sonrisas, miradas, palabras, expresiones de felicidad, gestos amables, regalos para entregar. Tantas formas de vivir ese momento de encuentro. Un hombre mexicano que le presenta su novia de rasgos nórdicos y cero español a su padre. El padre la abraza con el entusiasmo latino y ella solo se deja apretar con gesto de sorpresa. Acto seguido piden a un extraño les tome una foto para inmortalizar el momento. El encuentro de una madre con su hija, las dos lloraban y reían a la vez, se tomaban sus rostros mutuamente sin pronunciar palabra alguna. Sobraban, todo se los decían con sus ojos. Un hombre de gesto recio, en espera, intranquilo, veía el reloj, el celular, volvía los ojos cada vez que la puerta abría y así sucesivamente hasta que sus ojos vieron a la mujer que finalmente le saco una sonrisa y lo inspiro a abrir sus brazos. Qué bonita es la vida.
En este 2023 te invito a ser generoso contigo y tus emociones, a no escatimar, a abrir los brazos, tu mente y tu corazón. Te invito a abrazarte, a dejarte abrazar, a abrazar la vida. Te deseo un 2023 con salud, pleno, amable, creativo, gozoso y abundante donde reine el impulso de vida.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo. A ti que me lees, te envío un abrazo prolongado.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/
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