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Celebramos el Día Nacional de la Aviación desde la II Guerra Mundial

Por Antonio Aspiros 

Cada 23 de octubre se conmemora en México el Día Nacional de la Aviación, por decreto del presidente de la República en el sexenio 1940-1946, Manuel Ávila Camacho.

Buscamos sin éxito en sitios web del gobierno federal ese decreto para saber qué ocurrió algún 23 de octubre y hubiera dado motivo a la celebración, y sólo encontramos que en ese mes de 1943 (no dice el día) fue creada la Fuerza Aérea Naval Mexicana, “previendo un ataque aéreo a México por parte de las fuerzas del Eje (Alemania, Italia y Japón), a las que nuestro país había declarado la guerra el 28 de mayo de 1942”.

La revista militar Armas, consultada este 21 de octubre, (https://www.editorialgea.com.mx/23-de-octubre-dia-nacional-de-la-aviacion/) sólo informa que “fue hasta el 23 de octubre de 1943 cuando se instituyó el Día Nacional de la Aviación”, pero según el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), el decreto correspondiente fue emitido el 3 de diciembre siguiente.

El INEHRM recordó la efeméride en las páginas del Diario Oficial de la Federación del viernes 21, en los siguientes términos, con leves cambios de redacción:

La experiencia aeronáutica en México tiene como antecedente el 26 de junio de 1863, cuando Joaquín de la Cantolla y Rico ascendió por primera vez en globo aerostático y se convirtió en pionero de los viajes aéreos tripulados. A su vez, en 1909 Ernesto Pugibet, empresario industrial de origen francés, elevó un dirigible por los cielos de la ciudad de México.

Al año siguiente, Alberto Braniff piloteó por primera vez en México un biplano, que recorrió una distancia de medio kilómetro a 25 metros del nivel del suelo. En 1911, el presidente Francisco I. Madero abordó un avión que completó un recorrido corto pero significativo.

Tras esa experiencia, Madero tomó la decisión de fomentar un programa de estudios en el Colegio Militar para los jóvenes cadetes interesados en cursar la carrera de aviación militar.

Por la importancia táctica conferida a los aeroplanos en el campo bélico a escala mundial, en 1914 el general Álvaro Obregón alentó la adquisición de dos aeronaves en Estados Unidos, para emplearlas en las campañas militares contra las posiciones de Victoriano Huerta en el norte del país. Estos aeroplanos formaron parte notable de la estrategia militar durante la Revolución mexicana.

El 5 de febrero de 1915, Venustiano Carranza decretó la creación de la Fuerza Aérea Mexicana y designó como comandante en jefe al oficial de Estado Mayor Alberto Salinas Carranza, quien impulsó la construcción de talleres y hangares para las aeronaves adquiridas por el ejército. En noviembre de ese año se establecieron la Escuela Militar de Aviación y los Talleres Nacionales de Construcción Aeronáutica.

Los progresos aeronáuticos en México permitieron el desarrollo del servicio civil, con el servicio de mensajería como una de sus primeras funciones. En 1928 se consideró conveniente la creación de una infraestructura de aeropuertos, talleres, hangares, escuelas y compañías, que cubrieran la mayor parte del territorio nacional.

En los años 30 del siglo XX, la aviación en México seguía siendo de uso selectivo y concentraba sus funciones en la Jefatura de la Fuerza Aérea Mexicana, el Departamento de Aviación, el Servicio de Aeronáutica y la Quinta Arma del Ejército.

Durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho la aviación militar adquirió mayor importancia para la defensa nacional, por lo que el 5 de octubre de 1943 se decretó la creación de la Fuerza Aérea Naval Mexicana, en previsión de un ataque aéreo por las fuerzas enemigas del Eje (Alemania, Italia y Japón), a las que se había declarado formalmente la guerra el 28 de mayo de 1942.

En 1944 se formó la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, conocida como Escuadrón 201, que participó en combates durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, en el frente del Pacífico.

El Estado mexicano consideró pertinente honrar a los pioneros de la aeronáutica mexicana con un día de fiesta nacional, por lo que el 3 de diciembre de 1943, el presidente Ávila Camacho instituyó mediante decreto el 23 de octubre como Día Nacional de la Aviación, que pasó a ser un día de fiesta y solemne para el país, por lo que la Bandera de México debe izarse a toda asta.

Hasta aquí la versión del INEHRM. En la ya mencionada revista Armas, se informa que el avión presidencial Boeing 787-8 que fue rifado y no ha sido vendido, “actualmente pertenece al Escuadrón 501 de la Fuerza Aérea Mexicana” y está en la Base Aérea Militar No. 19, en la Ciudad de México, en “espera el destino que se le asigne”.