Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

Nuestra sabiduría

Por Gladys Villalobos*

“Comienza el otoño. Maduran los últimos frutos y caen las primeras hojas. Si la primavera es tiempo de renovación y el verano de plenitud, el otoño es tiempo de maduración y culminación, de soltar y de sembrar las semillas de lo que dará fruto el año próximo. Una estación para la reflexión y la intuición.”

Veo en el otoño analogías de vida que para mí han llevado tiempo y un proceso de evolución incorporar y sostener con convicción. El otoño es un ejemplo de dejar ir sin temor, con la confianza de vivir los ciclos y de nuestra abundancia nata. Me da el ejemplo de desaprender y desaprenderme de todo lo que no es esencial o bien, lo que necesito renovar.

El otoño nos invita a soltar lo que ya no necesitamos, desapegarnos de las formas de ser que ya no dan el fruto deseado, nos invita a la introspección, a la calma interior y prepararnos para empezar de nuevo. 

¿Cuánto no esencial ocupa espacio en nosotros? Material, emocional, cultural, creencias, prejuicios, pensamientos limitantes, historias que no nos pertenecen, realidades de mi pasado que ya no embonan en mi presente. 

Treinta meses de pandemia puso a prueba nuestra capacidad de adaptarnos y sin duda, de renovarnos. Nuevas formas de disfrutar, nuevas maneras de hacer las cosas, nuevos hábitos ¿Cuántos de esos cambios o modificaciones se quedarán en tu vida en el futuro? En nuestro caso, una de ellas, nos seguimos cambiando de zapatos al entrar a casa. Hoy lo percibo como una práctica de higiene en el hogar. Me gusta que los zapatos con los que recorrí la ciudad no lleguen a los pies de mi cama. Una práctica antiquísima y actual en la cultura oriental que deseo mantener en mi vida. En tu caso ¿hay algo que decidiste mantener en tu cotidianidad?

Conectemos con la sabiduría de nuestros antepasados que regían su vida y sus decisiones por los ciclos de vida de la naturaleza o por lo que veían en el cielo. Esa sabiduría que habita en nosotros. Con humildad podremos apreciar las señales que la naturaleza nos pone frente a los ojos ¿cómo sería nuestra vida si lográramos igualarla con los ciclos de la naturaleza?  Desde hace algunos años intento incluir en mi alimentación la fruta “de temporada”. Si eso es lo que la naturaleza nos da, tal vez sea porque es lo que nuestro cuerpo necesita. Tu cuerpo y tu bolsillo te lo agradecerán. Te invito a probar.

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. A ti que me lees, valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/