“La Ilusión Viaja en Tranvía”

Por Antonio Magaña

Ojalá, canción de desamor que Silvio le dedicó a Emilia, su primer amor.

¡Ojalá!, Del árabe wa-sa Alla, que Dios quiera.

¡Ojalá!, denota un vivo deseo que una cosa suceda.

Ojalá que El Tren del Cielo, se convierta algún día en tren de la tierra. Ojalá que no suceda lo mismo que con la fotovoltaica.

Ojalá que no sea una ojaladera, ni ojaladura, ni ojalado.

Ojalá que el “Tren Elevado Eléctrico en la Zona Metropolitana de Tijuana”, concebido durante la administración de Jaime Bonilla, tenga un buen ojalá.

Ojalá que no se quede en un “Ted Talks”, en otro show, cómico mágico y musical; como el de “la planta solar más grande de América Latina”.

Ojalá que tengan todos los permisos para empezarlo a construir: municipales, de impacto ambiental, dictámenes de uso de suelo…

Ojalá, Jeca Railway (¿?), cuente con los recursos suficientes para liberar los derechos de vía y enfrentar decenas de amparos.

Ojalá cuenten con los estudios topográficos, geológicos y geotécnicos de algunas zonas inestables, verbigracia El Rubí, por donde pasará el tren.

Ojalá que pronto se trasladen por el SKY 140 mil pasajeros diarios.

Ojalá que, se construyan los dos rascacielos del proyecto (¿?), de 70 y 80 pisos, “que no los tiene ni San Diego”.

Ojalá que no quede en un proyecto más, como el del Viaducto Elevado Aeropuerto- Playas, por el que se pagaron 10.5 millones de dólares al empresario consentido del presidente López Obrador.

Ojalá que no se quede como aquel otro proyecto de movilidad, de los tiempos del gobernador Terán, conocido como el Tren Ligero de Tijuana, que correría de ida y vuelta por la Revolución y el Boulevard Agua Caliente, hasta la Presa y, tendría conexión con el Trolebús de San Isidro.

Ojalá que no se quedé como los proyectos de movilidad del pasado sexenio para Tijuana. ¡Ojalá!

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