- Participa en Foro Fronterizo Ambiental organizado por el NADBank
- La movilidad en la frontera es uno de nuestros mayores retos
- México debe caminar hacia el uso de las energías renovables
SAN ANTONIO, TEXAS. – Para generar un entorno de competitividad y libertad comercial, las alianzas entre México y Estados Unidos en los sectores público, privado, social y académico son decisivas para generar beneficios a la población de nuestra frontera común, afirmó la senadora Gina Cruz Blackledge.
Durante su conferencia en el Foro Fronterizo Ambiental del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank), reconoció que los problemas compartidos por México y Estados Unidos, que se hacen evidentes en la rica dinámica fronteriza, requieren de voluntad política, reglas claras, criterios técnicos y esfuerzos compartidos.
Otro de los componentes cruciales de los que habló durante su participación, la también Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, fueron los retos del cambio climático y el papel del NadBank y resaltó que la gobernanza del transporte y la ambiental son componentes clave como parte de la colaboración binacional.
Asimismo, destacó: “La movilidad en las fronteras es uno de nuestros mayores retos y se requieren inversiones en nuevos puertos fronterizos para mejorar la movilidad regional, reducir las emisiones de carbono, promover el comercio binacional e impulsar el desarrollo económico.
La conversión gradual del transporte privado al público es indispensable, no sólo para garantizar el pleno derecho a la movilidad, sino también para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, expuso.
“El reto que tenemos en México es la transición definitiva hacia el uso de las energías renovables, así como cumplir con los compromisos que hemos adquirido, bajo el marco del T-MEC. Además, es de vital importancia desarrollar proyectos de infraestructura hídrica y en nuevos sistemas de riego y tecnología avanzada para la agricultura, puntualizó.
Finalmente, dijo que la reducción de la contaminación del aire, la mejora de la calidad del agua, la promoción de gestión sostenible de materiales y la preparación ante emergencias ambientales, demandan de esfuerzos públicos y privados bajo el paradigma de la gobernanza ambiental.
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