- La EAT es fundamental en la nueva política del campo, a ras de tierra y en diálogo con los campesinos
- También es clave en el nuevo paradigma agroecológico que sustituye a la revolución verde
- INIFAP, en maíz se documenta aumento de rendimientos de 25 por ciento
CIUDAD DE MÉXICO.- La Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa Producción para el Bienestar (PpB) es elemento fundamental para avanzar en la “autosuficiencia alimentaria y el rescate del campo” que impulsa el gobierno de la Cuarta Transformación desde que inició su gestión y es parte medular de un nuevo paradigma de transición agroecológica que se está emprendiendo en el campo mexicano, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
La nueva política agrícola implica “un regreso al trabajo en el campo, en territorio, en diálogo y relación directa con los productores y las familias campesinas, a ras de tierra, no desde el escritorio”, y se han dejado atrás los privilegios que los gobiernos neoliberales brindaron a los productores más ricos y las grandes empresas.
“Esa política de privilegio, que privó en los 35 años previos, no volverá a existir en nuestro país en las próximas décadas. Ahora la política atiende a todos los estratos de productores, pero da prioridad a los de pequeña y mediana escala, que fueron despreciados y estigmatizados en el pasado”, y lo hace además con el acompañamiento técnico, el cual respeta y valora la sabiduría campesina, señaló.
Este acompañamiento técnico atiende un derecho del productor y sustituye al viejo extensionismo, el cual era dirigido por los intereses de las empresas transnacionales proveedoras de paquetes tecnológicos cargados de agroquímicos, dijo.
En la conferencia, denominada “Estrategia de Acompañamiento Técnico de PpB: Alcance, avances y retos”, el subsecretario destacó que PpB, con sus apoyos directos a dos millones de productores, junto con su EAT, y con su Estrategia de Fomento al Acceso al Financiamiento, atienden el interés de la autosuficiencia alimentaria, pero no a cualquier costo.
“Buscamos esta autosuficiencia de la mano con la transición agroecológica, pues queremos enterrar ya al modelo de la revolución verde, que se caracteriza por ser depredador de recursos como el agua, aire y suelo, y de la salud humana de los productores, trabajadores del campo y consumidores. Hablo de una transición agroecológica que tiene como principal bandera el decreto presidencial del 31 de diciembre de 2020, que elimina gradualmente el uso del glifosato”, afirmó.
El director general de Organización para la Productividad de la Secretaría de Agricultura, Héctor Robles Berlanga, precisó que la Estrategia de Acompañamiento Técnico, que transita por su tercer año de operación, se aplica en favor de productores de arroz, amaranto, cacao, café, chía, caña de azúcar, frijol, maíz, milpa, trigo, miel y leche, y su objetivo es “fortalecer las capacidades de los productores de PpB para que transiten a sistemas agroalimentarios agroecológicos, productivos y resilientes que permitan mejorar la autosuficiencia alimentaria”.
La EAT, dijo, está presente en 34 regiones de 27 estados de la República, cubriendo 500 municipios. Cuenta con 34 coordinadores regionales, casi mil 200 técnicos. Hoy día operan dos mil 310 escuelas de campo de la Estrategia (predios donde mismo número de productores innovadores exponen sus prácticas agroecológicas y animan a otros productores a desarrollarlas), tiene 125 mil productores en proceso de capacitación y 84 mil que están realizando prácticas agroecológicas.
Aumento de rendimientos y disminución de costos
Entre los logros que registra la EAT están: el aumento de rendimientos, fundamentalmente por medio de la implantación de prácticas agroecológicas (en maíz el alza es de 25 por ciento y en milpa de 24); disminución de costos de producción de maíz; apropiación creciente de parte de los productores de prácticas agroecológicas, y disminución del uso de agroquímicos y del glifosato.
El encargado de la Dirección General del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Luis Ángel Rodríguez del Bosque, señaló que esta institución suma ya dos años consecutivos –2020/2021 y 2021/2022– involucrada en un convenio de colaboración con la EAT.
“En el INIFAP hemos puesto a disposición la estructura administrativa e infraestructura para facilitar diferentes acciones como las capacitaciones a productores y técnicos. Hemos coadyuvado para las diferentes acciones agroecológicas”, comentó.
Sostuvo que durante estos dos años se ha incrementado el número de escuelas de campo, de mil 100 a más de dos mil 300 y en ellas se han atendido a más de 600 mil productores, casi 40 por ciento de ellos fueron mujeres.
“Participamos con 214 de nuestros investigadores, algunos como enlaces en las regiones, otros como especialistas temáticos en las diferentes cadenas agroalimentarias, y otros con capacitaciones relevantes para transitar a una agricultura sostenible, para obtener alimentos sanos e inocuos”, afirmó Rodríguez del Bosque.
Destacó que, en el convenio con la EAT, el INIFAP realiza análisis de calidad y nutracéuticos.
Asimismo, abundó, realiza análisis de suelos (más de cuatro mil a la fecha) para conocer sus contenidos de nutrimentos, macro y micro elementos, presencia de materia orgánica, Ph, densidad aparente y otros.
También, expuso, hace análisis de biodiversidad de microorganismos vivos que son interesantes para su uso en la recuperación y mejora de suelos y cultivos, y genera recomendaciones sobre biofertilizantes orgánicos, entre otras acciones.
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