“¿Bambú o roble?”
Por Gladys Villalobos*
Durante siete años se prepara para convertirse en la planta de más rápido crecimiento del reino vegetal. En siete años acondiciona sus raíces, se fortalece internamente y cuando se siente listo, emana, se eleva. Puede crecer hasta un metro por día. Durante ese lapso crece hacia abajo, hacia el “interior”, expande sus raíces hacia lo profundo. Esto y más es el bambú
Fue en la revista de la extinta Mexicana de Aviación que leí por primera vez un artículo sobre las características de esta planta catalogada como una maravilla de la naturaleza.
“Flexible como el bambú, fuerte como un roble”, existen fábulas referentes a la naturaleza de estos dos árboles. Sus características son una analogía al comportamiento del ser humano ante la vida.
Cuantas veces hemos dicho o escuchado “Esta persona es fuerte como un roble, nunca llora”. En ocasiones, calificamos la fortaleza o dureza como una cualidad. Temperamentos reactivos, hostiles de habla y trato, escasa amabilidad hacia los demás y sin duda, hacia sí mismos. Inflexibles de mente, coincidentemente de cuerpo también. Disociados de sus emociones, de sus necesidades.
Por otro lado, su contraparte el bambú el cual se caracteriza por su flexibilidad. Aquí cito el libro “El Poder de la Mente Flexible” de Walter Riso, que recibí de regalo de cumpleaños muchos años atrás. Riso señaló tres tipos de mentes: Las mentes dueñas de la verdad cuyas creencias, principios y valores son inalterables se le denomina mente rígida; las mentes sin ideología y que no gustan de profundizar en las ideas, una mente cómoda que se adapta al recipiente que la contiene.
Por último, la mente flexible. Tiene principios, pero suele revisarlos, actualizarlos y dudar de ellos de acuerdo con la evidencia que tenga enfrente. Una mente abierta al cambio y a las nuevas experiencias.
En los años recientes, la vida nos puso a prueba como humanidad. En poco tiempo, hábitos, rutinas, estructuras laborales y de estudio se vieron necesaria y convenientemente modificadas a causa de la pandemia. Estuvieras o no preparado para un cambio, el instinto de supervivencia nos llevó a adaptarnos o no y con ello, vivir en la frustración o consecuencias. Trabajar en nosotros y nuestra flexibilidad es un recurso interno ante la impermanencia. Una mente flexible es una valiosa herramienta para adaptarnos de forma amable y fluida a la cotidianidad con su impermanencia.
“Tu edad es proporcional a flexibilidad de tu columna” dice Joseph Pilates. De pie, flexiona levemente tus rodillas, lleva a tu tronco hacia el frente y busca tocar con los dedos de tus manos tus pies ¿qué dice tu cuerpo? ¿te sientes un bambú o un roble? Mas menos así se siente la diferencia en la vida.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Te invito a conocer mi blog: https://gladysvillalobos.wordpress.com/
Más historias
La mentira
Entre Bancos, Empresarios, Políticos, .. y otros temas
Entre Los Surcos…