Semanario El Pionero

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Lo extraordinario de lo cotidiano…

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Un tesoro

Por Gladys Villalobos*

“La serenidad es una fuente de calma ante la complejidad de la vida. Es poder ver las cosas desde una isla en equilibrio y paz, para poder actuar mejor, decidir con mayor acierto y regular dimensiones como el miedo o la ansiedad.”, nos dice el portal “La mente es maravillosa” en su artículo “Tener serenidad, una maravillosa actitud ante la vida”.

“Tener serenidad ante cada circunstancia vital nos otorga esa combinación perfecta que va de la calma a la reflexión, de la paz interna a la prudencia. Más que una actitud es una competencia que adquirimos con el tiempo, con esa sabiduría meditada que llega con la experiencia. No todos lo adquieren, es evidente, pero estamos sin duda ante una herramienta en la que deberíamos trabajar.”

Decía la escritora francesa Françoise Sagan que para ella “la felicidad era tener buena salud, dormir sin miedo, despertar sin angustia y tener serenidad para actuar”. Nada puede ser tan acertado y nada encierra una verdad tan evidente como esa: el auténtico bienestar es más simple de lo que creemos y la mayor parte de las veces, reside en el equilibrio emocional, en la tranquilidad interior.

Las semanas recientes he ido y venido en emociones, desde las más básicas como la frustración y la desesperanza, hasta la más fortificantes como la gratitud y la paz. El tema no es sentir la emoción, ni negarla, más bien no quedarte a vivir en ella o no invitarla a pasar una temporada en ti si no te hace bien.

Considero que las emociones, al igual que las actitudes, se contagian. Podemos ser una fuente de donde emana la serenidad o podemos ser todo lo contrario, esa llama que inicia momentos de hostilidad. Lo he visto en mí, en mi entorno, en mi círculo cercano, en mis amigos. Habiendo tierra fértil, las emociones y las actitudes afloran, se reproducen y contagian. Tanto para el bien estar y bien ser, cómo todo lo contrario, para alterar el bien común. 

Lo interesante viene cuando esas emociones o reacciones ya no te vienen bien, ya no van contigo. Te vuelves una experta, un experto en escabullirte de esas personas o situaciones porque sabemos que la tranquilidad, la serenidad, es un tesoro. 

“Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros.» Confucio. Tu ¿eres fuente de tranquilidad o reconoces a alguien en tu entorno que la promueve en ti? 

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo. 

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Instructora 450PMA Pilates/ 200RYT Yoga. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/