El sigilo y misterios de la CILA
Como ha sido tradicional y dentro de la normatividad de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de donde depende la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, mejor conocida como CILA, surge a cuentagotas y en forma ambigua la situación de las aguas del rio Colorado
El pasado 22 de abril, la Sección Mexicana “comunica que ha mantenido un seguimiento puntual de la evolución de las condiciones que prevalecen en la cuenca del Río Colorado”
Agrega: “…el pasado 27 de abril, en la cual se revisaron los pronósticos de elevación y almacenamiento de las principales presas del sistema, principalmente la Presa Glenn Canyon (Lago Powell) y Presa Hoover (Lago Mead)”.
“En dicha reunión, la parte estadounidense nos informó de las acciones extraordinarias que están emprendiendo con la meta de mantener los niveles en el Lago Powell. Estas acciones beneficiarán a los usuarios en ambos países.”
Sin embargo, se omite mencionar cuales son “las acciones extraordinarias emprendidas”, ni como se beneficiará a los usuarios de los dos países, en los estados que reciben agua en la cuenca baja del Colorado.
Adriana Reséndez Maldonado, “la Comisionada mexicana sostuvo una reunión el pasado 3 de mayo con la Gobernadora del Estado de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmedo, a quien se le presentó el estado actual de las condiciones de la cuenca del Río Colorado, enfatizándole la necesidad de que México desarrolle proyectos que generen ahorros de agua y que contribuyan al mantenimiento de los niveles en las presas de la cuenca, en beneficio de todos los usuarios de la misma”.
Pero al igual que lo anterior, la información es escueta, sin precisar cuáles son los “proyectos que generen ahorros de agua”, sugeridos por Reséndiz Maldonado, porque nos imaginamos que pudieran ser similares a los desarrollados en el Distrito de Riego 014 del Rio Colorado, por conducto de los Módulos de Riego, donde las inversiones de los dolares recibidos de la sección estadounidense, para aplicarse en obras, tienen muchas interrogantes.
Por ejemplo, en la gestión de Dr. Roberto Fernando Salmón Castelo, como comisionado de México en la CILA, se promovió, de licito, de contrató y se superviso lo que podría haber sido una obra espectacular, por el servicio a los usuarios agrícolas, principalmente del módulo 10, el entubamiento del Canal Nuevo Delta, que, a más de dos años de que debería de estar operando, ha resultado un fracaso.
Francisco Alberto Bernal Rodríguez, entonces representante de CILA en Mexicali, ahora titular de la Secretaría del Agua en Baja California, nunca puso justificar con datos fehacientes, las fallas y retrasos en el proceso constructivo, responsabilizando principalmente a la pandemia del Covid 19.
Salomón Castelo tampoco aclaró lo relacionado al concurso para la compra de la tubería, de la que hay versiones sobre una compra de material fuera de las especificaciones técnicas del proyecto original, que nadie conoce.
Adriana Reséndez Maldonado, la nueva comisionada ha omitido alguna opinión sobre esta obra que según se menciona requiere de una inversión adicional superior a los diez millones de pesos, por lo que costo fisio pararía sobre los 110 millones de pesos.
Bernal Rodríguez aseguró que inspectores de CILA estadounidense verificaban los avances autorizaban el pago de las estimaciones, lo que da la impresión de una complicidad internacional que debe de aclararse.
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