Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

Nuestra obra de arte

Por Gladys Villalobos*

“Necesitas reivindicar como propios los acontecimientos de tu vida para pertenecerte a ti mismo” Anne Wilson Schaef, psicóloga clínica y autora estadounidense. 

“Hablar en tercera persona de uno mismo significa alejarnos de la emoción que nos provoca la conversación que estamos manteniendo. Es un recurso lingüístico que puede ser intencional o inconsciente. Se denomina Ileísmo y proviene del latín. Se traduce como “él, eso” dice portal Mente Total al respecto. Estudios de neurociencia sugiere que hablar en tercera persona puede ser bueno y también sugiere que puede ser el resultado de un Trastorno Disociativa de Personalidad.

Me llama la atención cuando las personas hablan en tercera persona. Encuentro que el “yo” o “a mi” es casi inexistente en sus conversaciones, en sus relatos, en sus experiencias de vida. En la gran mayoría de los casos, encuentro en ellos o ellas, hombre o mujeres que de alguna forma no son del todo responsables de su vida, de sus resultados, de sus acciones u omisiones. En ocasiones evasivos de sus emociones.

La frase con que inicié este texto la encontré en el libro “El Camino del Artista”. Una de las herramientas fundamentales para la recuperación de la creatividad que hace mención Julia Cameron en su libro son las “páginas matutinas”. Despertar, abrir los ojos, tomar una pluma o lápiz y escribir tres hojas de lo que venga a tu mente o tal vez, eso que no sabes que está en tu mente, pero tu mano si y lo escribirá. No hay forma de hacerlo bien o mal, correcto o incorrecto. Es simplemente hacerlo. 

“Somos víctimas de nuestro propio yo perfeccionista, de un crítico interiorizado, eterno y canalla, el Censor, ese que se aloja en la parte izquierda de nuestro cerebro y no para de lanzar un constante flujo de puntualizaciones que aparecen disfrazadas de verdades. El Censor nos dice cosas tan maravillosas cómo “¿a eso le llamas escribir? Parece una broma ¿de dónde has sacado que eres creador?” 

Cuando leí este párrafo en el libro vinieron a mi mente dos preguntas ¿Cómo es mi censor?  ¿Quién es mi Censor? Cameron nos invita a personificarlo: un alienígena, Tiburón, Gargamel, una rata gigante, tu tía inquisitiva, un maestro, un amor del pasado, tu padre, yo misma. Darle vida, enfrentarlo para así debilitarlo. 

“Es muy difícil quejarse de algo todas las mañanas, todos los meses, sin sentir el impulso constructivo de actuar” Mi vida es mi creación, mi vida me pertenece. Hablar en primera persona me hace responsable, me invita a la acción y a la contemplación cuando lo necesito. “Siendo seres creativos, nuestras vidas se convierten en nuestra obra de arte”. 

En este libro encuentro muchas joyas que deseo compartir contigo. Te invito a aventurarte en la escritura, escribir es conocernos, es escucharnos, es leernos. 

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo. 

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi blog: https://gladysvillalobos.wordpress.com/