Por Antonio Magaña.
En lo que va del sexenio, 1 de diciembre del 2018 al 17 de abril del 2022, han desaparecido, sin ser localizadas, 30 mil 623 personas en México, 95% más que en el periodo equivalente del sexenio pasado (15 mil 633).
De esas cifras, 7 mil 834 son mujeres,112% más que en el sexenio de Peña Nieto (3 mil 680).
Los datos son del Registro Nacional de Personas Desaparecidas de la Secretaría de Gobernación.
El fin de semana, a los 95 años, falleció la incansable luchadora social Rosario Ibarra de Piedra.
Cuando desapareció su hijo, en 1974, durante la guerra sucia, inició su búsqueda y formó el Comité Eureka, una de las primeras organizaciones de madres, padres y familiares de desaparecidos.
El 23 de octubre de 2019, en su nombre, sus hijas recibieron la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República.
En esa ocasión, le dijeron al presidente López Obrador que, era deseo de su madre, el que resguardara la medalla hasta que les hiciera justicia a los desaparecidos.
Su hija, Claudia Piedra Ibarra, leyó el mensaje al Presiente:
“Señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, querido y respetado amigo, no permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia”.
En vida, AMLO no le pudo cumplir a Doña Rosario (Más de 30 mil desaparecidos sin aclarar más los que recibió de herencia).
Ojalá que pueda cumplirle antes de que termine su mandato y, siendo presidente, le devuelva la medalla a la familia Ibarra Piedra.
Miles de familias mexicanas viven en medio del dolor y la zozobra por tener a un padre, madre, hermano o hijo desaparecido.
Familias que no pierden la esperanza de encontrarlos algún día, vivos o muertos, para poder descansar.
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