Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Delincuencia e inseguridad

Desde, hace tiempo, los ciudadanos, no solo bajacalifornianos, sino de todo el país, hemos venido conociendo de hechos violentos antes solo vistos en las películas, como son los enfrentamientos a balazos, personas asesinadas o asaltadas a plena luz del día, y en ocasiones a unos cuantos metros de cuarteles militares, de la guardia nacional, o policías estatales y municipales. 

Lo grave de todo esto es nos estamos acostumbrado, aun cuando con temor, a esa situación, en tanto las autoridades justifican muchos de esos hechos violentos a enfrentamientos entre bandas de delincuentes organizados, ¿acaso esa organización de la delincuencia es superior a los de las fuerzas armadas, incluyendo ejército, marina, guardia nacional?

Hasta donde se puede observar, el gobierno ha fracasado en su humanista política de abrazos, no balazos; los hijos y nietos han salido muy desobedientes porque no atienden los regaños de mama o de la abuela.   

De poco o nada ha servido el dispendio de miles de millones de pesos en el intento de capacitar y generar conocimiento para alguna actividad laboral a los llamados ninis y en ocasiones preferirán sumarse a las filas de la delincuencia aprovechando la impunidad que les proporciona la inactividad de las autoridades.  

El gobierno de los Estados Unidos ha dado la voz de alerta a sus connacionales que pretendan visitar México y concretamente Mexicali, a grado tal de señalar carretas y hasta vialidades de la capital de Baja California, como zonas de alta peligrosidad, precisamente por el incremento en la delincuencia.

Llama la atención la serie de mensajes amenazantes a las autoridades, antes con Jaime Bonilla Valdez y ahora con Marina del Pilar Avila Olmeda, señalando, en ocasiones nombres o apodos de elementos de las policías del estado y municipios, con reclamos directos como en la manta colocada en el fraccionamiento donde reside la gobernadora.

La justificación oficial fue en el sentido de que se trata de una reacción de los delincuentes en respuesta al trabajo que se realiza en su combate, cuando para la ciudadanía, esas versiones no son ningún alivio, porque la inseguridad esta a la orden del día, poniendo en peligro a personas inocentes que en cualquier momento pueden ser alcanzadas por alguna bala no dirigida a ellas.